El español se despidió, parece que temporalmente de la F1, con un discreto undécimo puesto en el Gran Premio de Abu Dabi. La poca competitividad de McLaren a lo largo de su segunda etapa con la fábrica de Woking ha precipitado el adiós de un piloto que quiere recobrar el crédito perdido en otras competiciones. La conocida como ‘Triple Corona’ se antoja como su mayor reto conocido a corto.
No se sabe si en el 2019 Fernando Alonso se centrará en la Indycar, si el WEC ocupará la mayor parte de su tiempo o si probará suerte en campeonatos de Japón. Tampoco él tiene prisa por desvelar las dudas. Después de una vida marcada por el calendario de la F1, el asturiano parece que quiere disfrutar de una agenda menos preestablecida por agentes externos y tener más poder de decisión en su día a día. Esto significa que puede combinar varias de las competiciones a la vez que son de su agrado, como la Indycar y el WEC, participando en pruebas determinadas y no en una en concreto. Es otra de muchas opciones sobre la mesa, aunque habrá que esperar para conocer la respuesta.
En busca de la ‘Triple Corona’
Lo único seguro es que Alonso competirá en las 500 Millas de Indianápolis en 2019 en busca de la ‘Triple Corona’, un logro a lo largo de la historia solo en poder de Graham Hill. Dicho galardón se le concede al piloto que obtiene las victorias en las tres carreras más emblemáticas de todas: las 24 Horas de Le Mans, el Gran Premio de Mónaco o el Mundial de F1 y las 500 Millas de Indianápolis. A falta de una victoria en Indianápolis, Alonso ya ha completado el resto de requisitos para igualar a Hill; y ya ha confirmado presencia para la cita de Estados Unidos en 2019. Con la experiencia de su participación en 2017, los pronósticos de la Indycar dan al español más posibilidades de cruzar en primer lugar la línea que a su sucesor en McLaren, Carlos Sainz, de competir en las apuestas por el título de la F1 con Lewis Hamilton y Sebastian Vettel.
Alonso, de hecho, rozó la victoria en su primera y única participación en Indianápolis en 2017. Llegó a marcar el mejor tiempo en los entrenamientos y a liderar la prueba durante el día de la verdad, pero a falta de 21 vueltas para el final su motor se rompió impidiéndole luchar por el triunfo. El infortunio, el mismo que ha marcado sus últimos años en la F1, se cruzó en su camino cuando se encontraba en el ‘top-ten’ y con opciones reales de ganar. En cualquier caso, Alonso repetirá en 2019 al volante de otro McLaren, pero apostará por un motor Chevrolet esta vez. Por lo tanto, en la marca estadounidense recaerá la responsabilidad de acabar con el gafe que viene persiguiendo al doble campeón del mundo últimamente.
Su andadura lejos de la F1 puede ser temporal o no. Dependerá de cómo le vaya lejos del ‘Gran Circo’, y sobre todo de si en algún momento McLaren se pone a la altura de Mercedes y le ofrece un coche capaz de competir con Hamilton por la corona. Entre tanto, su prioridad será emular la hazaña de Hill y tal vez dejarse ver puntualmente por la Indycar y el WEC.