Respuesta de David Sanz, RESPONSABLE TÉCNICO de DEMAC: Los chips de potencia y las reprogramaciones son lo mismo… con distintos nombres. El término ‘chip de potencia’ se utilizaba en los orígenes de la reprogramación de los motores con centralita electrónica (ECU).
Antes, al modificar el programa interno de gestión, era necesario desoldar o extraer el chip donde reside dicho firmware para reemplazarlo por otro distinto con nuevos programas y datos.
Como lo habitual era aumentar la potencia tras esta modificación, a dicho chip se le llamó desde entonces chip de potencia… A partir del año 1999-2000, los sistemas de gestión de motor incorporan un sistema de programación a través de una toma estándar externa a la ECU […]
De esta forma, no es necesario acceder internamente a la ECU ni manipularla de forma alguna, y basta simplemente con conectar el equipo oportuno para introducir el nuevo programa de motor. Esta acción se llama reprogramación -volver a programar la ECU-. En ambos casos, el objetivo es el mismo: modificar los parámetros del programa y los datos internos de la centralita, estando ya en desuso el término chip de potencia con los medios actuales disponibles.
Respuesta de Andrés martínez, redactor: Dado que los chips ya no se utilizan, descartaríamos la compra de un chip como el que nos comentas. Mejor, opta por una reprogramación, que cuesta desde 400 hasta 1.500 euros -en función del tipo de motor- y que te interesará… siempre que recorras más de 20.000 km al año y tu coche tenga turbo, pues el ahorro de combustible se sitúa entre el 4 y el 7% -sólo un 2% en motores atmosféricos-.
Por otra parte, no tiene porqué afectar a la fiabilidad y es indetectable, por lo que no tendrás problemas con la garantía de tu coche ni al pasar la ITV.