El ejemplo del tecnoretro

Flowcamper Max: una Mercedes-Benz Sprinter autocaravana de corte retro

Pedro Madera
Pedro Madera

Las furgonetas camper están de moda. Cuando la industria del automóvil se unifica cada vez más, el sector de los pequeños carroceros crece y abre puertas al campo. Cada cliente es un mundo y cada mundo un estilo.


Desde hace años la tecnología marca las pautas de los nuevos vehículos, pero la estética ofrece mucha más variedad. El tecnoretro es un buen concepto para desarrollar, siempre que encontremos fabricantes que estén a la altura de las expectativas.

Y un ejemplo magnífico de la variedad de estilos y opciones que ello implica es la Flowcamper Max, construida sobre la base de una fiable y amplia Mercedes-Benz Sprinter. Una estructura más que suficiente para construir un espacioso vehículo de recreo con un estilo especial.

Los de Vanufaktur están especializados en un estilo único, marcadamente retro pero a la vez capaz de soportar la más moderna tecnología para entre dos y cinco personas, dependiendo de la configuración. Para gustos se hicieron los colores y como a la hora de viajar el tamaño sí importa, podemos encontrar tres versiones del vehículo, la Max, Max Tourer o Max Autark.

Aquí la sencillez marca el diseño. Eso permite, y casi obliga, a una cama trasera de matrimonio de 185 x 130 centímetros (con unas extensiones laterales opcionales que prolongan su longitud hasta los 1.95 mts), o bien una segunda en un módulo delantero o dos más en el techo elevable, si decidimos incorporarlo como opción. Maderas que mantienen su veteado, tornillos que enseñan las cabezas o fregaderos encima de la encimera, le dan un aspecto muy personal. Como si lo hubiéramos hechos nosotros, pero con acabados perfectos.

Uno de los elementos diferenciados de la Flowcamper Max es la construcción de sus muebles en madera real con superficies aceitadas. La sensación de espacio, el tacto y calidad de estos materiales (además, se evita el uso de productos químicos) deja la creación de Vanufaktur a años luz de otras de la competencia. Unos revestimientos de fieltro gris o, también, de madera engrasada casan perfectamente con unas paredes modulares permiten varias configuraciones al gusto del cliente. Tanto la cocina, como los espacios de almacenamiento, están construidos de manera autónoma y eso facilita reemplazarlos si resultan dañados. El techo para dormir opcional crea un segundo nivel extra.

Pero el Flowcamper Max es mucho más que estética minimalista o vintage. Sus acabados de primera categoría están pensados con vistas a la durabilidad. Y la combinación de componentes Votronic y Victron rematan la faena. La creatividad y tecnología de sus soluciones va mucho más allá, con multitud de ideas destinadas a facilitar la vida a bordo y en marcha.

Aquí, por ejemplo, todo es doble y no solo las camas, para mayor seguridad y durabilidad del conductor y sus acompañantes. Hay dos calentadores de aire por diesel y otras dos botellas de gas de 5 kilos permiten que la cocina funcione durante semanas, y sus dos bombas y los dos enormes depósitos bajo la cama y que alcanzan los 200 litros de capacidad, hacen lo propio con el suministro de agua.

Hay, además, un calentador trasero de agua y otro delantero que consiguen que todo el vehículo pueda modificar fácilmente su temperatura para hacer frente a todas las eventualidades. Haga frío o calor, dentro de la Flowcamper Max se vive como en el más cómodo de los apartamentos. Dos baterías de litio con un total de 200 AH se ocupan de que podamos hacerlo con garantías. Hay otra fuente de alimentación externa bajo el capó, hasta 1500w adicionales para que no nos falte de nada.