Un secreto para descubrir.

Rioja, Valle de Ocón en Mercedes Marco Polo

Pedro Madera
Pedro Madera

El Valle de Ocón, en La Rioja, es uno de los grandes tesoros naturales de nuestro país y un destino perfecto para recorrer en nuestra Camper. Sus paisajes han sido declarados por la UNESCO Reserva Mundial de la Biosfera y en la primera visita siempre impacta la sutileza de sus horizontes. Nuestra Mercedes Marco Polo es perfecta para disfrutar de estas carreteras estrechas, con las cunetas mordidas o de los numerosos caminos agrícolas donde el conductor del tractor todavía se para a saludar.

Estamos ante un privilegiado enclave de montaña no muy lejos de Logroño y formado, fundamentalmente, por seis pueblos como son La Villa, Santa Lucía, Las Ruedas, Pipaona, Los Molinos y Aldealobos. Su ambiente rural, lejos de estar devaluado y olvidado, está recobrando nuevo sentido y vida, mucha vida.

Rioja, Valle de Ocón en Mercedes Marco Polo

Cipreses, olivos, cerezos y un poderoso hayedo nos demuestra que estamos en un lugar privilegiado. La naturaleza ha regalado con generosidad esta tierra. En estas localidades rurales disfrutaremos de múltiples rutas de senderismo y BTT entre el Valle del Ebro y la Sierra de la Hez. Todas ofrecen encanto rural a mansalva y un rico patrimonio natural y arquitectónico, y también de tradiciones, perfecto para una buena ruta en autocaravana en medio del campo.

Los yacimientos de El Redal nos llevan a la Edad de Hierro. Las Villas Romanas de Pipaona y Partelapeña, hablan de las canalizaciones de agua que llegaban hasta Calagurris, ahora conocida como Calahorra. Los restos de la fortaleza del siglo XII, son casi tan enigmáticos como algunas casas señoriales del siglo XIX. Realmente es un lugar con una magia especial.

Rioja, Valle de Ocón en Mercedes Marco Polo

El limpio aire montañoso (estamos entre 700 y 1338 metros) se respira y llena nuestros pulmones mientras exploramos todas las posibilidades de este enclave. En todos los pueblos de nuestra ruta destaca el templo o iglesia ubicado en lo más destacado de su tejido urbano, como si siempre hubiera estado ahí esperándonos para contar historias del pasado romano y cristiano. Parece mentira que Logroño esté a apenas unos kilómetros.

Restaurantes como La Alameda, son un referente por sus verduras y su cochinillo asado. Blas es el mejor escaparate para disfrutar de los aceites, los vinos y los huevos de oca que se producen en las cercanías. Si a esto le unes las cerezas que se recogen en Aldealobos o los embutidos de Las Ruedas, el viaje es perfecto. Cocina de kilómetro cero de verdad, que se puede disfrutar con precios muy razonables.

Cerca del valle hay varias áreas de AC que pueden servirnos de punto de avituallamiento antes o después de la ruta. Sin ningún problema, podremos pernoctar en estos pueblos, o disfrutar de alguna de sus casas rurales que no son muchas y con un alto grado de ocupación.

Rioja, Valle de Ocón en Mercedes Marco Polo

No hay que olvidarse de la historia cultural del lugar. En ruta por el valle es obligatorio visitar el yacimiento arqueológico romano de Parpalinas. Se trata de un conjunto de alto interés cultural en el que destaca por derecho propio la iglesia cristiana y el cementerio medieval posterior. El molino de viento del valle de Ocón es otro de sus parajes más conocidos, un auténtico superviviente de tiempos pretéritos en el que estas construcciones dominaban todo el paisaje. Descubierto en 2004, su recuperación lo ha convertido en el verdadero símbolo de valle. El calificativo de la Toscana riojana es muy merecido. La movilidad de nuestra Mercedes Marco Polo nos va a permitir días llenos de actividad. Hay varias rutas destacadas y perfectamente acondicionadas, desde la que une la totalidad de los pueblos de Ocón (unos 17 kilómetros) hasta la del mirador de las Alpujarras hasta el valle del Jubera. La de Cogote el Alto destaca por su brevedad, poco más de dos horas, por si nos da la hora de comer. Incluso existe una ruta señalizada para caballos, que ha sido pionera en la comunidad.