Sánchez Torres -que hizo balance de este año en la jornada ‘Motor y Prensa’ que organiza anualmente con los medios del sector- afirmó que la industria «no mareará más la perdiz» solicitando al Ejecutivo un nuevo plan de ayudas o una reducción del IVA que «nunca llegarán», sino que «jugará las cartas que hay», sin lamentaciones y tratando de hacer autocrítica para no cometer los mismos errores que en el pasado.
En este sentido, el responsable de la patronal insistió en la importancia de analizar los «defectos» y «excesos» cometidos en épocas de vacas gordas -marcados por cifras récord de matriculaciones en torno a los 1,6 millones de unidades- y que llevaron a crear una supraestructura de ventas muy por encima de lo que sería un «nivel normal» de matriculaciones.
Así, Sánchez Torres reconoció la necesidad «nos guste o no» de ajustar después de tres años de crisis los puntos de venta y las plantillas a la realidad del mercado español, cuyas ventas deberían situarse en torno a los 1,3 millones de unidades si se consideran las variables de población y renta per cápita.
El presidente de Ganvam se refirió también a la creciente «autofobia» que se está instalando en nuestra sociedad a causa de impuestos, limitaciones y sanciones que afectan de lleno a la industria automotriz, aunque recalcó que esta situación «no podrá con el automóvil», ya que supone «la expresión y el resumen del concepto de libertad».
Por otro lado, el responsable de los vendedores defendió que las empresas de la distribución, dado el actual contexto económico, deben centrarse especialmente en la información, la formación y el asociacionismo en el sector. «Quien no lo haga estará perdido», apostilló.
Una vertebración coyuntural
Asimismo, Sánchez Torres abogó por una «vertebración coyuntural» de todo el sector del automóvil en defensa de asuntos de interés recíproco y coincidentes como son las medidas contra crisis, pero no por una «vertebración estructural», al considerar que fabricantes, importadores y vendedores representan intereses antagónicos donde «el grande acabaría por controlar al pequeño».
Como primer paso hacia esta unidad del sector, destacó las comisiones que fabricantes (ANFAC) y vendedores (GANVAM) han constituido por primera vez con el fin de dialogar y buscar soluciones consensuadas a algunos de los principales problemas que afectan a la relación entre ambas partes.
Finalmente, el responsable de la patronal de concesionarios abogó porque se reconozca al sector de la distribución de vehículos -venta y postventa- la importancia que realmente tiene para el sector, ya que proporciona trabajo a cerca de 250.000 profesionales, distribuidos principalmente en pequeñas y medianas empresas, lo que representa una fuerte participación en el PIB nacional.
Según Sánchez Torres, «al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio (MITYC) le sobra la ‘C’ de Comercio ya que parece que para este ministerio sólo existen los fabricantes, con los que se reúne y a los que parece escuchar, y ello es satisfactorio, pero insuficiente. Y ha sido precisamente este Ministerio de Industria el que parece haber hecho un buen negocio a costa de los vendedores ya que hace apenas unos días ha denegado el pago de las ayudas de todas las operaciones del Plan 2000E que, adelantadas por los agentes de ventas afiliados a Ganvam, no pudieron subir al sistema, por unas u otras razones».