Con estas palabras, Sánchez Torres -que representa a 2.400 concesionarios y 3.000 compraventas- lanzó un mensaje de confianza a un sector vinculado directamente a la evolución de la economía y aquejado de una caída continuada de las ventas desde que el pasado mes de julio diera su adiós definitivo al Plan 2000E. «No vamos a insistir en la renovación de unas ayudas que hemos pedido por activa y pasiva y que ahora estamos convencidos de que nunca llegarán», afirmó.
El responsable de los vendedores pidió a los automovilistas que «no caigan en un pesimismo existencial» sino que traten de «convertir la crisis en oportunidad» para realizar una compra más inteligente gracias a las promociones que vienen aplicando las redes de distribución a través de atractivos descuentos, mayores garantías y planes genéricos de ayudas o achatarramiento similares al extinto Prever.
Sánchez Torres apuntó que el esfuerzo económico que deben realizar ahora los automovilistas para comprarse un coche es muy inferior al que tenían que llevar a cabo hace cinco e incluso veinte años y además con «mejores condiciones», optando a una oferta de producto más amplia con prestaciones más elevadas y un alto componente tecnológico de I+D.
El presidente de la asociación reconoció que las restricciones al crédito no juegan a favor de un sector donde más del 80% de las compras son financiadas, pero recordó que fabricantes y concesionarios vienen poniendo en estos últimos años todo su empeño en aligerar la compra de un automóvil concediendo amplios plazos de pago y facilidades de financiación.
Un fin de año «en tablas»
La asociación de vendedores recordó que el mercado despedirá 2010 con un volumen de ventas entre las 950.000 y las 970.000 unidades, muy similar al registrado el año anterior, una cifra «dramática» que exige ahora más que nunca la vertebración del sector en su conjunto por asuntos concretos como la crisis actual de mercado, donde las compras de particulares andan en caídas en torno al 40%.
En este sentido, el presidente de Ganvam también aprovechó para recordar al Ministro de Industria, Miguel Sebastián, su responsabilidad directa sobre la cartera de Comercio, haciendo ver que además de los fabricantes, existen también los distribuidores y reparadores de automóviles «a los que debe tener en cuenta», ya que por sí solos facturan 95.000 millones de euros anuales y emplean a más de 250.000 trabajadores.
La Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (GANVAM) es una organización sin ánimo de lucro e independiente políticamente fundada en 1957 que agrupa a más de 10.300 asociados entre concesionarios oficiales; compraventas independientes; servicios oficiales; agencias concertadas, y talleres independientes, entre otros sectores de la distribución: vehículos nuevos; usados; turismos; industriales; motocicletas y tractores agrícolas. En conjunto, estas empresas comercializan y dan servicio a más del 80% del parque nacional. El principal objetivo de Ganvam es representar los intereses de los distribuidores y reparadores ante el Gobierno, las distintas AA.PP. y la sociedad en general, potenciando el papel socioeconómico que desempeña su sector, con la creación de 250.000 empleos y una facturación de más 95.000 millones de euros, lo que supone un 9% del PIB.