Las acciones de PSA Peugeot Citroën cayeron 11,6% el pasado viernes, acumulando un descenso del 23% en sólo cuatro días, después de que General Motors (GM) anunciara la venta su participación del 7% en la automotriz francesa, antes de una posible ampliación de capital por parte de la firma gala.
La participación de GM en Peugeot, que suponía un total de 24.84 millones de acciones, fue vendida a 10 euros cada una en una operación de venta privada para inversores institucionales, lo que supone un precio un 5.9% inferior respecto al precio de cierre de los valores del jueves.
Los títulos de Peugeot ya perdieron un 7,6% de su valor el jueves después de que el grupo anunció una amortización de 1.100 millones de euros en sus operaciones internacionales y confirmó que buscaba sellar una alianza con la china Dongfeng Motor Group, la cual sería impulsada por la citada ampliación de capital. Peugeot anunció el jueves que las negociaciones con Dongfeng están en una «etapa preliminar», sin garantías de que concluyan con éxito. Sin embargo, según otras fuentes, la directiva de PSA acordó el martes 10 de diciembre iniciar negociaciones finales sobre el borrador de un acuerdo mediante el cual el Estado francés y Dongfeng se harían cada uno con cerca de 20% de PSA Peugeot Citroën, con una emisión de acciones a menos de 7 euros por título.
Consultado el viernes sobre si el Estado francés tomaría parte en el aumento de capital, el Ministro de Industria Arnaud Montebourg dijo a la radio RMC: «No puedo responder a su pregunta. ¿Surgirá la interrogante? Sin duda. Pero por ahora dejemos que las empresas discutan entre ellas». El funcionario dijo que el Gobierno tenía la capacidad de vender participaciones estatales en ciertas compañías e invertir en otras y agregó que «la línea roja es que PSA siga siendo francesa. Esa es nuestra posición?» General Motors dijo el jueves que no bloquearía un acuerdo entre Peugeot y Dongfeng, aunque la automotriz estadounidense sostuvo también que su cooperación industrial con el grupo francés seguía siendo fuerte.
El Estado francés ya posee una participación del 15% en el otro fabricante galo de automóviles, Renault, y el año pasado movilizó unos 7.000 millones de euros en avales para reforzar la solvencia del brazo financiero de PSA, Banque PSA Finance. Fuentes del sector aseguran que la salida de GM despeja la entrada a Dongfeng en el accionariado. Las negociaciones están siendo llevadas personalmente por Philippe Varin, Presidente de PSA, que el próximo año será sustituido en el cargo por el portugués Carlos Tavares, hasta hace unos meses «número 2» de Renault.
