US 9.108.640. ¿Un código secreto, un algoritmo de alta tecnología? No, el número de patente con el cual Google ha registrado en Estados Unidos su nuevo proyecto: el detector de baches.
La idea es que el nuevo sistema se incorpore en futuros modelos de coche y puedan con ello avisar al conductor de los diferentes socavones del asfalto. Como saben, no solo son molestos: afectan a elementos como la suspensión y el prematuro cambio de neumáticos del coche, etcétera. Además de ser un peligro en caso de perder el control del vehículo.
Según hemos podido saber, el sistema se está probando en algunos coches para que, cuando pasen sobre un bache, se recojan los datos de la incidencia para ser enviada instantáneamente a una centralita. Los modelos de prueba llevan sensores verticales de movimiento y están localizados por GPS. De esta forma, se va «nutriendo» una base de datos.
A través de GPS, la información es compartida con otros conductores para que los que se encuentren en zona reciban el aviso correspondiente. Todo indica que los datos se incluirán en «Google Maps» para crear planos de zonas con una especial presencia de estos incómodos desperfectos viales, y serviría también para que las autoridades competentes conozcan dónde deben hacer las mejoras de sus carreteras.