Puede sonar extraño, pero hasta los aficionados españoles habríamos acabado hoy más contentos si Fernando Alonso no nos hubiera dejado atónitos con otra salida estelar. Sin duda, la imagen de quienes probablemente son los tres mejores pilotos de la parrilla en paralelo en un circuito tan mítico ha merecido la pena, pero Alonso ha hecho un favor a Sebastian Vettel, y no está la cosa para concederle muchos favores.
Su arriesgada maniobra por la hierba ha tenido que afectar a la velocidad de Hamilton camino de la primera curva, convirtiéndose en determinante para la pobre carrera del inglés. En cambio, si Hamilton hubiese dispuesto de vía libre para pelear de tú a tú con Vettel en la primera chicane, quizás habríamos disfrutado de una lucha por la victoria… Ya que el McLaren era el único coche que se acercaba mínimamente al Red Bull este fin de semana.
Pero, de todos modos, estamos siendo muy optimistas: Hoy el Red Bull RB7 ha estado más insultante que nunca, y a buen seguro Vettel tenía velocidad de reserva para escaparse de cualquiera. Tal y como fue, poco pudo hacer Alonso ante los impetuosos intentos de adelantamiento del alemán. Monza y Spa han sido dos carreras calcadas para el asturiano: Calificación decepcionante, salida fulgurante y, a partir de ahí, a pelearse con un coche que no da más de sí. Incluso sus esfuerzos por conservar el podio en la segunda mitad de la carrera recordaban a los de Bélgica: Y de nuevo ha sido adelantado por Button en dicha fase del Gran Premio.
Una vez al frente, Vettel empezó a abrir hueco como sólo él sabe. Mientras tanto, a Hamilton se le colaba Schumacher -otro de los hombres que ha realizado una salida asombrosa– y se veía obligado a seguir su difusor hasta la segunda parada, momento en el que un pit stop ligeramente lento de Mercedes pone al de McLaren definitivamente por delante.
Eso sí, la lucha entre estos dos grandes pilotos ha sido la salsa de la carrera. La velocidad punta del Mercedes ha quedado más que demostrada, pues ni con DRS Hamilton podía con él. Por otra parte, que lo hayamos pasado tan bien con los continuos intentos de Hamilton demuestra que en F1, lo bonito no es ver adelantamientos fáciles, sino una dura lucha cuerpo a cuerpo. Tal vez algún día nos cansemos del alerón trasero móvil… Y tal vez Hamilton debería haber tirado de KERS en la recta principal. Ellos sabrán por qué prefirieron no hacerlo… El caso es que, en cuanto el lento ritmo de Schumacher permitió a Button acercarse a ellos, ¡se los ventiló en una vuelta! En un día en el que el tema principal han sido las relaciones de cambio de unos y otros y cómo afectan en una vuelta a Monza, saltaba a la vista que los reglajes de los dos McLaren eran bien distintos.
Para ser Italia, la de hoy ha sido una carrera accidentada. Los imprevistos han comenzado en la primera chicane, cuando un Tonio Liuzzi despendolado ha perdido el control, catapultándose contra el pelotón y acabando con las opciones de Petrov, Barrichello, el experimento de Rosberg saliendo con neumáticos medios, y otros muchos damnificados. Hablando de experimentos, el de Sauber de ir a una parada también ha quedado sin respuesta, pues sus dos pilotos han abandonado por problemas de cambio. Ha habido unos cuantos abandonos mecánicos en Monza, algo que hoy en día no es ya tan habitual.
Otro fracaso en Monza ha sido el de Mark Webber. A juzgar por la cámara subjetiva, debe ser responsabilizado por llevarse por delante a Massa sin miramientos. Como la embestida se ha producido en la primera chicane, Webber se ha visto obligado a hacer algo escalofriante: Rodar una vuelta casi completa a Monza sin alerón delantero. Casi llega a boxes, porque ha sido en la frenada de la Parabólica donde no ha podido mantenerse por lo negro y ha acabado contra las protecciones y con el alerón en los bajos.
Otra estrella del día
Pero como siempre, cualquier incidente de carrera tiene algún beneficiado, y pilotos como Maldonado o Di Resta se han quitado a unos cuántos rivales de delante. Pero el que más ha sacado a río revuelto ha sido Jaime Alguersuari. Está visto que, históricamente, para él casi es mejor quedarse en la Q1 que llegar a la Q3, pero es que siempre se mantiene fiel a su planteamiento: El coche hay que reglarlo para la carrera. Siempre hace falta una pizca de suerte, pero el hecho hoy es que, por muchos abandonos que le hayan ayudado, ha acabado bien por delante de su compañero Buemi. Este séptimo puesto es la mejor posición de su carrera en F1 y significa que solo se ha visto superado en la clasificación por los hombres de los cuatro grandes equipos. Pero lo mejor de su actuación es la confirmación de que el Toro Rosso es mucho más competitivo que hace unos meses y que aún pueden estar por llegar mejores ocasiones. Un buen coche unido al fantástico oficio en carrera de Jaime nos dará muchas alegrías. Entre otras cosas, hoy hemos visto lo limpio que es el catalán tanto para defenderse como para atacar.