El grafeno es un nanomaterial -material estructurado a escala nanométrica-, alótropo del carbono y de un átomo de grosor, que representa una capa de átomos de carbono -monocapa atómica-, densamente empaquetados en una red cristalina bidimensional -el grafeno es el primer material cristalino en dos dimensiones-, en forma de hexágonos y ligeramente ondulada.
Fue obtenido de un modo experimental en 2004 por los físicos de la Universidad de Manchester, Andre Geim y Konstantin Novoselov, que en 2010 recibieron el Premio Nobel de Física. Aunque el grafeno existe desde hace muchos años, ya que proviene del grafito -el material de nuestras minas de lápiz-, el descubrimiento permitió aislar una única capa de grafito que se denominó grafeno.
Se habla de muchas aplicaciones, sobre todo en lo referente al sector de las telecomunicaciones, pero en el automovilismo también contaría con una gran importancia ya que podría sustituir al cableado de cobre, crear pantallas táctiles flexibles y transparentes que reconocería los gestos táctiles, aumentar por diez la velocidad de carga y la duración de las baterías con respecto a las actuales, fabricación de sensores más precisos ya que podrían captar mejor la escasa luz durante la noche e incluso puede captar la energía solar y transformarla en energía útil, siendo mucho más liviano que los paneles actuales.
Por el momento, el grafeno se fabrica en pequeñas cantidades debido a las limitaciones tecnológicas, pero su producción crece exponencialmente cada año. En España, la producción actual de grafeno es tan importante que ha convertido a nuestro país en uno de los líderes mundiales. Empresas como Avanzare (Logroño), Graphenano (Yecla), Graphenea Nanomaterials (San Sebastián), Granph Nanotech (Burgos) o Graphendis (Alicante), son algo muy importante que responde a la calidad de nuestros investigadores. De momento, su precio actual ronda los 2.500 euros por kilogramo, aunque esta cifra varía mucho en función de la calidad del material.
Con una escala de producción creciente y una disminución de su coste energético, en el último año su precio se ha reducido en un 85% y la perspectiva es que mantenga ese ritmo decreciente. Graphenano es una empresa formada por jóvenes empresarios de Yecla, Madrid, Valencia, Murcia y Munich (Alemania), quienes ya han implantado dicho material, por ejemplo, en el superdeportivo GTA Spano, al tiempo que están desarrollando baterías con grafeno que, según indica la empresa, multiplican por 3-4 la densidad energética de las de litio y con tiempo de carga excepcionalmente corto.
