Cuando esta se lanzó a principios de 2008 causó mucha expectación sobre todo en los mercados europeos, tanto que hoy supone el 6% de las ventas de la firma de Milwaukee. Una cifra sorprendente teniendo en cuenta que se trata de una moto que se sale de lo que ha sido tradicionalmente su negocio: el custom, con el añadido de que más de la mitad de sus propietarios nunca habían tenido una Harley-Davidson antes.
He de reconocer que la XR1200 llama la atención, y ya no sólo por esa curiosa estética de moto de dirt-track que la hace andar en solitario en un sub-segmento propio, sino porque ahora, en negro, tiene una fuerte presencia que se realza tomando aún más cuerpo. El enorme y oscuro motor Sportster de dos cilindros en V con ambos escapes también en negro, juegan un papel fundamental en la línea estética de la moto, perfectamente aderezada con detalles deportivos en rojo como la línea de las llantas, los muelles traseros o los grafismos del depósito, una estampa que queda aún más armonizada acústicamente al arrancar el motor y escuchar el ronco y característico sonido de las motos de la firma americana.
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