Los coches de renting, se están convirtiendo en una de las soluciones de movilidad más demandada por los conductores españoles. Y no es para menos, teniendo en cuenta que cada vez ofrecen fórmulas más flexibles que se adaptan mejor a las necesidades de los usuarios. Una muestra la encontamos, por ejemplo, en compañías como LeasePlan. Esta empresa de renting de coches ofrece ofertas para empresas, autónomos, particulares, con cuotas y duraciones de contrato que se adaptan a las necesidades del cliente.
¿Qué es el renting de coches?
El renting es una forma de acceder a un vehículo mediante la firma de un contrato de cesión a largo plazo. En otras palabras, es una forma de arrendamiento de un automóvil por el que un usuario o empresa firma un contrato de alquiler a largo plazo durante un periodo de tiempo, a cambio de una cuota mensual que se fija al formalizar el contrato.
Dicha cuota depende de muchos factores: el tipo de automóvil que se elija, el número de kilómetros que se vaya a recorrer anualmente, o los servicios asociados por los que opte el cliente. Y es que, la gran mayoría de los contratos de renting, incluyen trámites asociados a la propia cuota, como el pago del Impuesto de Matriculación, los mantenimientos, el seguro, el cambio de neumáticos…
De esta forma, la gran ventaja del renting es que, a través del pago de una única cuota, puedes olvidarte de todos los ‘trámites’ derivados de la propiedad de un automóvil. Algo que aporta una mayor comodidad a los usuarios. Además, es una opción propicia que permite cambiar de coche con más flexibilidad que cambiar un vehículo, algo interesante escenario con un marco legal cambiante en las grandes ciudades, debido a los altos niveles de contaminación.
¿Cómo elegir el renting de coches adecuado?
Tanto si eres un usuario particular como una empresa, elegir el coche de renting perfecto no tiene por qué ser difícil. Tan solo es necesario optar por uno que cubra al 100% tus necesidades.
En este sentido, el primer punto a aclarar sería qué tipo de coche necesitas. Hay coches de tamaños y combustibles muy distintos, de modo que el primer paso sería localizar el que mejor responde a tus necesidades. Si vives en una gran ciudad con restricciones de circulación te interesará uno con etiqueta ECO; si lo utilizas para largos desplazamientos por carretera un diésel…
Otro punto a tratar sería el kilometraje anual que puedes realizar con el coche. Normalmente, en todos los contratos de renting se establece un kilometraje máximo que se debe respectar. No obstante, son varias las compañías que ofrecen la posibilidad de ampliar el número de kilómetros una vez firmado el contrato, aunque lógicamente eso supone un coste. Por otro lado, de no respetar el kilometraje que has firmado tendrás que pagar por el exceso.
Valora la posibilidad de elegir un renting de ocasión. Es una de las modalidades que más fuerza está cobrando en los últimos meses y, en general, son una excelente opción. De hecho, permiten acceder a un vehículo de renting pagando una cuota más baja que por un vehículo nuevo, y son vehículos 100% revisados y a los que han seguido el mantenimiento indicado por el fabricante. Por poner un ejemplo, es posible acceder a un Fiat 500 1.2 de 3 puertas desde 6 euros más IVA al día.
Atento a las ofertas de renting flexible. Por ejemplo, compañías como LeasePlan ofrecen contratos de renting muy interesantes para autónomos y empresas, con una duración a partir de un mes y servicios como el mantenimiento, la cobertura de daños y atención telefónica 24 horas incluidas; sin necesidad de pagar entrada ni franquicia. Además, permiten devolver el vehículo cuando ya no lo necesites sin penalización alguna.
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