No es comparable el resultado de alargar un año más ‘la intrascendente’ sustitución de las escobillas limpiaparabrisas, con los graves perjuicios económicos que conllevaría el dejar de pagar el preceptivo seguro. Así, la búsqueda de respuestas fiables y precisas acerca de las consecuencias de -alargar- las obligaciones para con el coche nos ha llevado a un puñado de conclusiones de las que os hacemos partícipes en nuestro artículo de fondo este mes. Nuestro estudio se estructura básicamente sobre dos conceptos: mantenimiento y mecánica, y económico financiero. Sobre el primero, la flexibilidad es la nota dominante; revisiones oficiales para conservar las garantías del fabricante, cambios de aceite y líquidos, sustitución de piezas siempre que no afecten directamente a la seguridad activa y pasiva del vehículo- casi todo en un automóvil es susceptible de ser -alargado- razonablemente en espera de ver ingresada la nómina del siguiente mes, o que nos lleguen los dineros de ese trabajo extra que estamos a punto de cobrar.
Otra cosa muy diferente es la que afecta a impuestos, multas, facturas de taller, seguros, o créditos de bancos y financieras. Aquí, el sufrido conductor apenas tiene margen de demora. Un mes sin pagar y el banco o financiera le aplicará un recargo del 20% que se sumará a uno fijo de 30 euros, y al tercer mes de impago procederá directamente al embargo del coche. Si es el seguro lo que no se paga, las compañías conceden un mes de plazo para abonar la prima; de lo contrario cancelan la póliza y el usuario queda expuesto a una multa por parte de la Policía de 1.500 euros por conducir sin seguro. Menos conocidos pero igualmente contundentes son los talleres de reparación: al segundo mes de no recoger el coche por no poder pagar la factura, el taller tiene la potestad de solicitar a la DGT el achatarramiento del vehículo. ¡Así como suena!
Conclusión, que mientras que -alargar- determinadas operaciones no tiene apenas consecuencias, hay otras que pueden hacer que terminemos sin vehículo y poco menos que con los huesos en la cárcel.