Por precio, diríamos que está en una zona media... aunque el japonés tiene la ventaja de disponer de un equipamiento -de serie u opcional- ligeramente más amplio que sus oponentes. Por diseño, el Honda posiblemente sea uno de los más atractivos, mientras que por dentro ofrece un considerable espacio para cinco pasajeros… aunque en este aspecto, poco tendrá que hacer frente a los futuros Citroën C-Crosser y Peugeot 4007, que dispondrán de siete plazas.
¿Y si hablamos de cualidades dinámicas? Pues, en resumen, de entre toda su competencia, el CR-V es de los menos apropiados para abandonar el asfalto… aunque, a cambio, resulta de los más aconsejables para darle un uso intensivo en carretera. Tanto que, para muchos conductores, un CR-V puede convertirse en toda una alternativa a una berlina media como el Honda Accord; el todo camino es 3.800- más caro que su ‘hermano’, pero añade más espacio, mejor visibilidad y, por supuesto, la tracción total.
Por dentro y por fuera
El CR-V estrena plataforma -se ha tomado la que emplea la versión americana del Civic 4p- y su diesel es conocido.
De lo mejor el propulsor 2.2 i-CTDi no sólo es moderno –está hecho en aluminio- sino que, además, hace poco ruido, consume lo justo… y tiene un empuje considerable. Acoplado al cambio manual de seis velocidades, el resultado es muy bueno para un vehículo que pesa 1.660 kilogramos.
¿Y en lo demás? No encontraremos grandes diferencias con un turismo: la dirección asistida, sin ser muy precisa o rápida -tres vueltas de volante-, es correcta y los frenos cumplen bien… siempre que no los ‘fatiguemos’.
Como sucedía en la anterior generación, sólo hay dos motores para elegir: un gasolina y un turbodiesel. Eso sí, en el nuevo modelo, cada propulsor se puede combinar con… ¡cinco acabados!; son los siguientes -de menos a más equipado-: Comfort, Elegance, Executive, Luxury, e Innova. En cualquiera de ellos sólo existen dos posibles opciones: el cambio automático -sólo para el gasolina, y por 1.000– y la pintura metalizada -450–.
Afortunadamente, todo el interior es nuevo; era uno de los aspectos en los que el anterior CR-V delataba más el paso del tiempo.
El diseño ahora es más moderno y en los acabados más lujosos, como el de la imagen -Luxury-, está decorado en dos tonos. Aún así, la apariencia general es muy clásica -más que la de un Toyota RAV-4-, pero tiene los mandos justos y están bien situados.
La postura al volante, que ya era cómoda en su antecesor, ahora es todavía mejor, gracias al volante que estrena reglaje en profundidad, a la acertada ubicación de la palanca del cambio y a los nuevos asientos, mucho más amplios y ergonómicos.
Es un Honda… o, lo que es lo mismo, se merece un notable: todo está bien ensamblado, la apariencia es buena… pero sin mostrar el refinamiento de un BMW X3.
Llama la atención, el curioso diseño del freno de mano -similar a la palanca que regula la potencia en un avión-, que en un vehículo tan moderno se siga usando una llave tradicional para arrancar o lo enorme que es la guantera.
El espacio detrás es muy bueno, tanto por altura como por longitud. Además, la banqueta trasera está dividida en dos partes que pueden desplazarse 15 cm hacia delante o hacia atrás. Asimismo, las puertas ahora son más grandes, y el acceso al interior, mejor.
El maletero es grande -556 litros- y fácil de ampliar hasta los 955 l, gracias al sencillo sistema que abate los asientos traseros. Además, tiene una bandeja de lona que oculta el equipaje y otra rígida que se coloca a otra altura y divide el espacio de carga. Lo malo: la rueda de repuesto es de emergencia.
Cómo va
En ciudad con respecto a su antecesor es más fácil aparcarlo, gracias a que la rueda de repuesto ya no va colgada en el portón -ahora está ubicada en el maletero-; esto ‘ahorra’ 10 cm de longitud.
En carretera no es el más ágil, pero a cambio es muy noble, gracias también a la tracción total conectable al detectar pérdidas de tracción. El cambio es muy preciso y el motor tiene mucha fuerza.
En autopista no es ruidoso, pero el Freelander es mejor, gasta poco y es bastante rápido. El ESP viene de serie.
En pistas rápidas aún se defiende, gracias a que el sistema de tracción se conecta de forma automática y con rapidez para transmitir fuerza al eje trasero.
En pistas lentas los escasos recorridos de suspensión y unos neumáticos de carretera no animan a continuar por zonas difíciles.
Off road.- Mejor no intentarlo: está muy limitado por cotas, altura libre de sólo 18,5 cm, ausencia de reductora… La propia marca dice que el CR-V es un vehículo para el asfalto.
Veredicto
Ficha técnica y gama 2007
HONDA 2.2 I-CTDI CR-V
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Motor | Turbodiesel, cuatro cilindros | Neumáticos | 225/65 R 17 |
Cilindrada | 2.204 cc | Nº puertas | 5 |
Potencia | 140 CV (103 kW) a 4.000 rpm | Depósito | 58 litros |
Par | 34,7 kgm (340 Nm) a 2.000 rpm | Tamaño | 453 x 182 x 180 cm |
0 – 100 km/h | 10,3 seg. | Peso | 1.660 kg |
Tracción | Total conectable automátic. | Maletero | 556/955 litros |
Cambio | Manual, seis velocidades | Euro NCAP | 4 Estrellas |
Consumo | 6,5 l/100 km | CO2 | 171 g/km |
De serie | ABS, aire acond., seis airbags, dirección asistida, cierre central., cuatro eleval. eléctr., equipo de audio CD con mandos en el volante, ordenador de a bordo, espejos eléctricos. (Elegance): Climat. bizona, llantas de 17″, control de velocidad, faros y limpiaparabrisas automáticos, faros antiniebla. | Opciones | Pintura metalizada (450 -). |
LA GAMA 2007
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2.0 16V | 150 CV | 27.300 – / 4.542.337 pta |
2.2 i-CTDi | 140 CV | 29.300 – / 4.875.109 pta |
Lo que otros no te cuentan
El CR-V se escribe en tres generaciones….Año 1997. El primero sólo disponía de un motor de gasolina de 128 CV y costaba aprox. 23.000 euros. Año 2002. El segundo actualiza su diseño, equipamiento y recibe un nuevo motor gasolina de 140 CV.Año 2005. El tercero recibe cambios interiores, de equipamiento y, por fin, el brillante motor diesel 2.2.
Rivales



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