
Tercero en el ránking de ventas en su segmento
Honda no ha realizado demasiados cambios estéticos en su CR-V, donde son nuevos los paragolpes delanteros y traseros; la parrilla; el capó y las llantas. Tampoco, el interior ha sufrido demasiadas modificaciones, salvo nuevos acabados en los paneles, la tapicería y por haber dotado de un mayor equipamiento de seguridad -según versión- con la llegada del sistema de mitigación y prevención de impactos -CMBS- y de un control de crucero adaptativo -ACC-.
Donde sí ha puesto incapié es en mejorar su oferta diesel, ya que la mayoría de sus rivales -Audi Q5, BMW X1, Chevrolet Captiva, Citroën C-Crosser, Ford Kuga, Land Rover Freelander, Mercedes GLK, Mitsubishi Outlander, Opel Antara, Peugeot 4007, Nissan Qasqhai, Renault Koleos, Toyota Rav4, VW Tiguan, Volvo XC60…- ya ofrecen motores turbodiesel más potentes y con la opción de un cambio automático.
Así, Honda sustituye el conocido 2.2 i-CTDI de 140 CV y 340 Nm de par por un nuevo 2.2 i-DTEC, que eroga 150 CV y 350 Nm de par y que ahora está disponible tanto con una caja de cambio manual de seis marchas como con una automática de cinco relaciones.
En cuanto a la oferta de gasolina, permanece invariable con un 2.0 de 150 CV y 190 Nm de par motor, que adapta un cambio manual de seis velocidades y un automático de cinco.