Bajo el capó monta el mismo motor de gasolina de 1.5 litros, pero, gracias a un turbocompresor, es capaz de desarrollar nada más y nada menos que 200 CV. El motor eléctrico es capaz de mejorar la cifra de par y la respuesta a bajas vueltas, por lo que el resultado debe ser muy divertido en cualquier situación. Según el preparador, este aumento de prestaciones no trae consigo un incremento de consumo y de emisiones de CO2, algo que sería una muy buena noticia para el futuro de los hot hatch en estos tiempos de downsizing, sobrealimentación y normas anticontaminación.
De momento, Mugen sólo ha desarrollado una unidad única, aunque visto lo visto no sería raro que recibamos dentro de poco un comunicado informando de la apertura del periodo de reservas para una edición limitada de este modelo. Especulaciones al margen, disfruta de este vídeo, del sonido del motor y del buen paso por curva.
