Todo empezó en Japón cuando a principios de los -80 se vivía una fiebre sana por las motos de 250cc. Por aquel entonces, Honda lanzó la VT250F -primigenia de la VTR- con motor de dos cilindros en V, configuración que perdura en la actualidad. Poco o nada tienen que ver estas motos del -cuarto de litro- con las super deportivas VTR de 1.000cc, salvo el motor V-Twin. En España la primera VTR hizo acto de presencia en 1997 y en poco tiempo, a pesar de su elevado precio (700.000 pesetas), conquistó el corazón de muchos usuarios por ser una naked muy atractiva, polivalente y con un motor que funcionaba a las mil maravillas. En 2001, desapareció del catálogo de Honda pero no de las calles por las que aún hoy podemos verla; incluso se creó un club (www.vtr250.net) que agrupaba a fanáticos de esta moto de toda España, activo en la actualidad porque siguen quedando para rodar y disfrutar de esta pequeña naked.
Este sentimiento de cierta nostalgia, unido a un importante vacío dejado por la desaparición de la CBF en el segmento de las -dosymedio-, han propiciado que la VTR vuelva por sus fueros y se ofrezca de nuevo en España. Un loable esfuerzo por parte de Honda España al ser el único país europeo en comercializar este modelo, salvo algunas unidades destinadas a Suiza. La nueva VTR mantiene prácticamente la misma estética que su antecesora, a simple vista sólo el colín, asiento y depósito, parecen los cambios más perceptibles. Mecánicamente, el motor ha tenido que adecuarse a las nuevas normativas ambientales, ahora está catalizado y recibe inyección electrónica, lo que le resta un par de CV. Nada grave. El nuevo panel de instrumentos con dos pantallas digitales cierra la lista de novedades. Lo mejor de todo es que estos cambios no han hecho que el precio se dispare, de hecho los 4.699 e que cuesta son apenas 500 más que su precio de hace 10 años. ¿A que cada vez te va gustando más?
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