El Accord y el Accord Tourer -familiar- modificarán ligeramente el frontal: los faros delanteros serán más claros y las versiones más equipadas incorporarán luces bi-xenón e iluminación activa en curvas. Las barras de la parrilla serán cromadas para darle un toque más deportivo. Por detrás sólo tenemos que hablar del sedán, que presentará nuevos acabados en las ópticas traseras y un embellecedor cromado en la placa de matrícula.
Tampoco encontramos grandes revoluciones en el interior. En realidad sólo debemos hablar de nuevos materiales para la tapicería y los paneles de las puertas, así como acabados metálicos en el freno de mano, el pomo del cambio y los tiradores de las puertas.
Algo más eficiente
En el apartado mecánico pasa más o menos igual, ya que se mantienen los mismos motores, aunque con algunos retoques para reducir las emisiones de CO2. Así, el motor diésel 2.2 i-DTEC de 150 CV baja las emisiones en 9 g/km en las versiones con transmisión manual de 6 velocidades, y 11 g/km en las equipadas con la transmisión automática de 5 marchas.
