Resulta ya habitual que cada nuevo modelo de Hyundai se sitúe por precio en una posición muy ventajosa, respecto a su competencia. Y esto mismo sucede con el Tucson, aunque, como también viene siendo costumbre desde hace unos años, sus virtudes no acaban ahí.
Exteriormente, es un todo camino muy atractivo que mide 4,33 m de largo, es decir, ocho cm más que el actual referente en esta categoría: el Toyota RAV-4 de cinco puertas. En cuanto al interior, el Tucson ofrece un sencillo pero correcto diseño, suficiente espacio para cuatro adultos y un equipamiento de serie bastante completo desde el acabado más básico, ya que incluye seis airbags -es el primero de la gama que puede llevarlos-, control de crucero, climatizador… Por el contrario, la calidad de los materiales es un apartado a mejorar, así como la capacidad del maleteto, que es sólo discreta para tratarse de un vehículo de este tamaño.
Por dentro y por fuera
En el interior no se aprecian desajustes que puedan degenerar con el tiempo en futuros ruidos -algo muy importante en un todo camino-, pero los materiales empleados son mejorables y están por detrás de sus rivales, especialmente los del salpicadero, donde se abusa de los plásticos duros.
Muchos huecos: Las cuatro puertas cuentan con bandejas para depositar objetos; a esto hay que unir una guantera principal con cerradura y un amplio cajón deslizante bajo el asiento del pasajero delantero. Además, bajo el volante hay otra bandeja… aunque ésta es de tamaño discreto.
Diseño: Poca imaginación: El salpicadero resulta moderno y atractivo, aunque conserva el estilo de otros modelos de la marca. Esto se percibe en el diseño de elementos como la consola central -sobre todo el climatizador-, el volante, la instrumentación…
Fallos de ergonomía: Se echa de menos una mayor sujeción lateral en los asientos delanteros, sobre todo en la zona del respaldo. Los reglajes en altura e inclinación de la butaca del conductor tienen poco recorrido y resultan duros de accionar. Por último, el volante sólo se ajusta en altura.
Detrás, notable en espacio: Las plazas traseras del Tucson ofrecen mucho espacio, tanto para las piernas como en altura -incluso la cota de anchura es aceptable-. Personas de cualquier talla se encontrarán a gusto. Un detalle de monovolumen: los respaldos de estas plazas -abatibles en dos mitades- se ajustan en tres inclinaciones distintas, en función de que se busque incrementarel maletero o la comodidad de los pasajeros. Además, el suelo se hundebajo los asientos delanteros para albergar los pies de los que viajen detrás.
Cómo va
Los 112 CV de su motor son suficientes para circular a velocidades legales, pero a menudo se echa en falta algo más de potencia, sobre todo en carretera. Muy confortable: Gracias a sus blandas suspensiones, el Tucson es muy cómodo para circular sobre carretera o pistas. A pesar de ello, su carrocería no balancea demasiado. Cambio mejorable: El salto entre las marchas es correcto, pero el guiado de la palanca resulta impreciso y sus recorridos son largos. Buenos frenos: Las distancias de frenado son buenas tanto en carretera como en campo, y el tacto del pedal es agradable. Además, el ABS entra en funcionamiento cuando debe. Tracción integral: El Tucson emplea un sistema de tracción que, en condiciones normales, transmite todo el empuje del motor a las ruedas delanteras. Si percibe que alguna de éstas patina, o que va a empezar a hacerlo -algo que el dispositivo ‘intuye’ en función del ángulo de la dirección y la posición del acelerador-, desviará fuerza hacia el eje trasero.
Veredicto
El Hyundai Tucson es una buena elección para quien frecuente pistas en buen estado, necesite disponer de una notable habitabilidad trasera y busque un precio interesante sin importarle que las prestaciones sean tan solo aceptables.
Por qué comprarlo: Por su precio, su bajo consumo, su eficacia en pista y su equipamiento de serie.
Por qué no comprarlo: Los acabados, las prestaciones y la capacidad del maletero son mejorables.
El enemigo está en casa. El Santa Fe es el otro todo camino de Hyundai… y una alternativa razonable al Tucson. A igualdad de motor, su precio es 3.000e superior, pero ¿qué nos ofrece por esta cantidad? Por un lado, un empaque exterior mucho mayor -mide 4,5 m de largo-, lo cual le permite disponer de un maletero superior -690 litros-. Además, su sistema de tracción integral es más eficaz -emplea un autoblocante trasero-, lo que sumado a que sus cotas TT son mejores, le hacen más apto para el campo.
Como un monovolumen. El respaldo del pasajero delantero se abate y permite transportar objetos largos.
Si se reclinan completamente los respaldos delanteros -quitando los reposacabezas-, se puede disponer de algo parecido a dos camas.
El maletero no está tapizado, sino rematado en un plástico de aspecto resistente y fácil de limpiar, por lo que puede resultar muy práctico.
Así va en carretera. En ciudad: Resulta cómodo gracias a sus dimensiones, la dirección asistida y a la posición elevada de conducción.
En carretera: Su estabilidad es buena, mejor que las prestaciones; el consumo del motor está en la media.
En autopista: Mantiene cruceros de 120 km/h. Para no perder el ritmo, hay que reducir de marcha con frecuencia.
Así va en campo. Pista rápida: Está a la altura de sus rivales: es rápido, bastante confortable y resulta muy sencillo de conducir.
Pista lenta: Gracias a una primera velocidad muy corta y al bloqueo del diferencial avanza con facilidad. Off Road: No es muy adecuado por sus cotas, sus cortos recorridos de suspensión y la ausencia de reductora.
Más barato. La versión diesel del Tucson está disponible también con sólo dos ruedas motrices -2WD- y cuesta 2.700e menos. Es muy interesante siempre que nunca practiquemos una conducción off road, porque sus dotes ‘camperas’ son inferiores.
Rivales
TOYOTA RAV-4 2.0 D4-D SOL, EL MÁS DESEADO
Precio: 29.000€
Potencia: 116 CV
Velocidad máxima: 170 km/h
Consumo: 7,1 l/100 km
Tamaño: 420 x 170 x 175 cm
Maletero: N.D.
Es la referencia por comportamiento en carretera y, especialmente, en pista. Es un coche bien hecho… pero muy caro.
LAND ROVER FREELANDER 2.0 TD4, EL MÁS VISTOSO
Precio: 26.600€
Potencia: 112 CV
Velocidad máxima: 161 km/h
Consumo: 7,6 l/100 km
Tamaño: 442 x 180x 175cm
Maletero: 371 litros
Ofrece una imagen de TT ‘auténtico’ y el prestigio de marca de Land Rover, junto con una buena habitabilidad y ajustado precio.
SUZUKI GRAND VITARA 2.0 D, EL MÁS ASEQUIBLE
Precio: 24.702€
Potencia: 110 CV
Velocidad máxima: 160 km/h
Consumo: 7,3 l/100 km
Tamaño: 419 x 178 x 174 cm
Maletero: N.D.
Es el más eficaz en campo, gracias a su reductora. Por contra, al ser el más veterano cede en diseño, calidad o equipamiento.
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