«El impuesto de matriculación es absurdo»

Lorenzo Vidal, presidente de la patronal CEOE-Cepyme Cantabria y de la Asociación Empresarial Cántabra de Concesionarios es, desde el pasado mes de octubre, presidente de Ganvam. Una asociación que, fundada en 1957, representa a cerca de 7.000 concesionarios y servicios oficiales, compraventas y talleres independientes; no sólo de turismos, sino también de vehículos industriales y motos.


Franco y directo en el trato, Vidal comienza la entrevista «defendiendo el peso» de la distribución de automóviles en nuestro país, un sector que supone 250.000 puestos de trabajo y que factura más de 95.000 millones de euros anuales -el 9% del PIB-. El empresario cántabro, nuevo director de Ganvam, destaca que «en este país siempre se habla del peso de la industria de fabricación de automóviles y nunca de la distribución, que tiene un peso mucho más importante que el de la industria. Es curioso, pero se obvia, incluso por parte de los fabricantes».

Cambios radicales en la distribución

Uno de los principales reclamos de su programa electoral para aspirar a la presidencia de Ganvam era corregir «los escasos márgenes de rentabilidad» de las empresas del sector de automoción. Los concesionarios oficiales han tenido, en 2017, una rentabilidad del 1,4%, un porcentaje que Vidal considera «irrisorio para las cantidades y riesgos que manejamos desde el sector». «Estamos hablando de un sector muy maduro que requiere cambios estructurales en su modelo de negocio. Es evidente que éste ha de cambiar radicalmente y, de hecho, esperamos que en los próximos cinco años lo haga más que en los 50 anteriores; eso es una obviedad», señala.

«En los próximos cinco años, el sector cambiará más que en los 50 anteriores»

«¿Cuál será el modelo del futuro?», reflexiona. «Nadie lo sabe, todavía estamos en un periodo de indefinición. Aun así, hay una obviedad y es que el sector tampoco aprovecha al máximo sus posibilidades o sus eficiencias. Hay ámbitos, como el del V.O., el del servicio o el del seguimiento del cliente, en los que estamos a años luz de nuestras posibilidades. Tenemos, en primer lugar, que ponernos al día; tenemos muchas áreas en las que pretendemos dar grandes saltos cuando son aspectos en los teníamos que trabajar desde hace años: estamos hablando, por ejemplo, de la trazabilidad del vehículo desde el momento de su fabricación hasta el desguace, algo que resulta imprescindible».

Ganvam

Un plan estratégico de Ganvam, para febrero

«Desde el momento en que asumí la presidencia», revela Vidal, «encargamos informes a diversas consultoras y estamos ya desarrollando un plan estratégico para nuestra organización. Tendremos nuestra hoja de ruta para el mes de febrero y en ella tendremos delimitado el camino a seguir». Una de las iniciativas que se incluyen dentro de este plan es la creación de un sello Ganvam que genere confianza debido al respaldo de esta organización: «se trata de un proyecto que, aunque todavía no está maduro, queremos sacar adelante; nos viene bien a todos, también a los clientes».

Otra medida incluida en este plan estratégico es «una mayor deslocalización territorial». Como explica Vidal, «la idea es tener interlocutores territoriales que, entre otras cuestiones, también sean capaces de defender los intereses de Ganvam» en los temas que les afecten, «como normativa, reglamentación, propuestas de movilidad, prohibición de circulación de vehículos contaminantes…». En palabras de Vidal, «queremos tener una capilaridad en todos los territorios». Ahora bien, el presidente de Ganvam no rechaza que ese papel lo asuman «asociaciones ya establecidas en un territorio», siempre y cuando sean funcionales y efectivas: «no se trata de nombrar a nadie por nombrar».

Aprovechar los datos de los clientes

Una de las principales preocupaciones de Vidal para el futuro próximo de Ganvam es cómo lograr que los sectores de la distribución y de la posventa puedan aprovechar, en términos de rentabilidad, los datos que se obtienen del uso de los vehículos por parte del cliente -por ejemplo, que el taller aproveche el hecho de saber que un vehículo ha de pasar una revisión para ofrecerle promociones a la hora de hacerlo-.

Vidal tiene claro que «los coches son de los fabricantes, pero los clientes son ´nuestros´. En esta relación que mantenemos con los fabricantes, podemos decir que el cliente ´es de la red de distribución´. La red lo capta, lo convence, lo gana. Pero nosotros tenemos la obligación, porque tenemos nuestra retribución por ello, de trasladarle al fabricante, para su aprovechamiento comercial, los datos obtenidos de este cliente. Y entonces estos datos pasan a ser propiedad de las marcas y nosotros nos quedamos, de alguna manera, fuera. Y eso no podemos permitirlo. Y, es más, deberíamos ir de la mano del fabricante, ya que si ahora nosotros nos quedamos a un lado, el fabricante se puede quedar fuera mañana, ya que van a ser otras plataformas –ya sea Apple, Google, Amazon, etc.- las que van a mantener la relación directa con el cliente o usuario de los vehículos». aventura Vidal. «Por eso, es un tema del que tenemos que hablar, primero a nivel nacional, con los fabricantes» -en la figura de Anfac, la patronal de las marcas-, destaca el presidente.

«Soy partidario, como muchísimo, de seguir dos mandatos [ocho años] en el cargo»

Por otro lado, Ganvam ha acudido a la Unión Europea en la búsqueda de apoyo en este tema. Y lo ha encontrado en la asociación CECRA -European Council for Motor Trades and Repairs, fundada en 1983 y que representa a 24 asociaciones nacionales del sector del motor y de la reparación-, a la cual pertenece. Al respecto, Vidal señala que «la internacionalización es un aspecto de Ganvam que, durante años, ha estado en ´stand by´, y que, ahora, consideramos que es muy importante, ya que en Europa se regula lo que después nos llega a España para su aplicación».

Ganvam

Dos interlocutores principales con la Administración

En España, y para la gestión de los problemas nacionales, el presidente de Ganvam tiene claro que el sector de la automoción debería tener dos interlocutores con el Gobierno: «uno por parte de los fabricantes, esto es, Anfac, la patronal de los fabricantes de vehículos, y Anesdor, la de los fabricantes de componentes, y otro por parte de la distribución», donde Ganvam tomaría el protagonismo principal. Pero sin olvidar a Faconauto, la asociación de los concesionarios -escindida de la propia Ganvam en 1987- y con la que Vidal evita cualquier tipo de enfrentamiento: «entiendo que formen parte del conjunto de la distribución para que el sector pueda ser más fuerte». Vidal cree que «hoy en día las rivalidades son absurdas, y hay que fijar cuáles pueden ser las cuestiones comunes [entre Faconauto y Ganvam]; por ejemplo, en la fiscalidad, la normativa, la conectividad, etc.».

En contra del impuesto de matriculación

Uno de los asuntos que Ganvam espera tratar con el Gobierno es lograr la retirada del impuesto de matriculación. «Somos, de los principales mercados europeos, el único país que lo mantiene», afirma Vidal, que califica este tributo como «absurdo, en la medida que es un coste añadido que evita la renovación del parque». A cambio, adecuar el impuesto de circulación en función de los criterios medioambientales «podría ser una vía», reconoce Vidal. Sin embargo, el presidente de Ganvam apuesta porque las posibles soluciones «se debatan entre los distintos actores que componemos este sector: podemos juntarnos, debatir una propuesta y presentarla».

«Somos el único país, de los principales mercados europeos, que mantiene el impuesto de matriculación»

Pese a ello, Vidal contempla iniciativas como que «los talleres puedan reparar según qué partes con una fiscalidad u otra». Apuesta por la aplicación del IVA reducido al 4% en la reparación de piezas que tengan que ver con la seguridad, o que se regulen más las ventas entre particulares, que podrían «estar grabadas en mayor medida y que sean más trasparentes y legales: por ejemplo, podría intervenir una organización que certifique o que asegure que la transferencia es adecuada; hay muchas fórmulas», explica.

En cuanto a los planes de ayuda a la adquisición de vehículos nuevos, Vidal considera que el Movalt «está bien para fomentar el uso de vehículos eléctricos o híbridos, pero se ha mostrado absolutamente insuficiente». Además, «no exige achatarramiento», algo que considera necesario para renovar el parque -la edad media de los vehículos en España se sitúa en los 12 años-. «Curiosamente, no se está consiguiendo con los sucesivos planes PIVE: el parque aumenta su antigüedad media y no se ha conseguido eliminar el grueso de la antigüedad de los vehículos en circulación. Por eso, yo creo que, entre todos, tenemos que repensar un plan de achatarramiento, y que se mantenga en el tiempo, para eliminar, de verdad, esos vehículos de las carreteras». Con ese propósito, Vidal apuesta por la inclusión, en estos planes, de «ayudas a la compra para vehículos usados de hasta cinco años, para que aquellas personas que no puedan permitirse la adquisición de un vehículo nuevo, puedan renovar realmente su coche viejo».

Ganvam

Interés por el sector de la moto

Vidal es un motero «desde siempre» -tiene una BMW GS 800- y, como tal, se interesa mucho por el mundo de las dos ruedas: de hecho, invirtió, en 2007, en un concesionario de vehículos eléctricos, en el que vendía motocicletas Vectrix. Vidal reconoce que el sector de las motos «es muy complejo, con unos márgenes de rentabilidad muy pequeños y con una necesidad de comercialización de motos usadas importante pero poco profesionalizada, lo que es una pena». «Hay mucho que hacer en ese sector, entre otras cuestiones, en cuanto a formación, a profesionalidad, a fiscalidad…». Vidal también señala que «podemos ayudar» y que se ha «ofrecido a Anesdor» -la patronal de las dos ruedas- «para cualquier cosa que necesiten», ya sean medios o ayuda de cualquier índole.

Mayor dureza contra la venta ilegal de vehículos y los talleres no autorizados

La venta ´ilegal´ de vehículos -en manos de personas que, actuando como si fueran particulares, venden vehículos de forma regular- supone un gran problema para los concesionarios y compraventas, en desigualdad de condiciones al tener que ofrecer garantía. Para atajarla, Vidal apoya la creación de una única Ley estatal para erradicarla, ya que, ahora, «todo el mundo echa balones fuera y se remite a las ordenanzas municipales de cada Ayuntamiento».

Otro problema es la existencia, cada vez mayor, de talleres ilegales. Parte del problema, según Vidal, es que «no existen el número adecuado de denuncias por parte de otros talleres que sí cumplen con la normativa», aunque también elogia la predisposición de los efectivos de la Policía y Guardia Civil. Sin embargo, Vidal quiere promover «la creación de una Ley nacional» que libere de la responsabilidad de las inspecciones de este tipo a las delegaciones de Industria de cada Comunidad Autónoma.

Vidal destaca el trabajo «enorme» que tienen que hacer con la DGT y «la gran disposición de sus dirigentes»

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