La AAA (Asociación Automovilística Estadounidense) ha realizado un estudio sobre cómo afecta el clima a la autonomía de los coches eléctricos. En resumen el alcance de un coche eléctrico puede reducirse un 60% con temperaturas muy frías y un 33% con temperaturas muy elevadas. Este mismo estudio ha revelado que el alcance máximo de un coche eléctrico se obtiene con temperaturas suaves que no se acerquen a ninguno de los dos extremos.
La movilidad eléctrica tienen muchas ventajas, pero sigue teniendo el gran inconveniente de su poca autonomía de baterías. Aunque cada vez se está avanzando más en este tema y marcas como Tesla ya desarrollan baterías capaces de tener una autonomía de 600 kms, este motivo es una de las principales preocupaciones de los usuarios que están pensando en comprarse un coche 100% eléctrico.
A ellos hay que hablarles del último estudio realizado en California por la AAA (Automotive Research Center) que nos advierte de la pérdida de autonomía cuando circulamos con condiciones ambientales no deseadas, ya sea calor o frío.
Según una esta nueva investigación la autonomía de un coche eléctrico puede reducirse en un promedio del 57% sobre la base de la temperatura exterior, siendo las temperaturas más frías las que afectan más a la duración del tipo de baterías encargadas de llevar la energía a nuestro motor eléctrico.
El estudio consistía en primero recorrer 170 kilómetros a una temperatura de 24º que es la temperatura en la que las baterías del coche eléctrico se encontraron con un mejor comportamiento y la mayor autonomía. Una vez se bajó la temperatu a los -6º la batería del coche disminuyó su autonomía en un 57% y sólo pudo recorrer con la misma carga 70 kilómetros. Con temperaturas más altas, en este caso de 35º, el coche también redujo su autonomía, en este caso en un 33%, pudiendo llegar a recorrer 111 kilómetros.
Contando que la autonomía publicada por las marcas suele ser en condiciones de temperaturas optimas, hay que tener las condiciones metereológicas muy presentes a la hora de conocer la autonomía real que tendremos si circulamos con un excesivo frío o calor.
