Sin interferencias en el Opel Adam Rocks

Así se trabaja en laboratorio para que los sistemas electrónicos estén herméticamente sellados de influencias externas, y para que tampoco se interfieran en el habitáculo.


Ya se admiten pedidos del más pequeño y exclusivo de los Opel. La versión especial Adam Rocks tuvo tan buena acogida en el Salón de Ginebra en marzo, que a partir de septiembre podrá verse este modelo rodando por las calles.
La versión más «marchosa» de la amplísima gama pone contará con motor ECOTEC 10.0 Turbo de inyección directa. Un motor de 3 cilindros de nueva generación de 90 o 110CV, al igual que lo son los sistemas electrónicos que llevará este Adam.
Y precisamente en este punto nos detenemos para desvelarles un punto clave de su desarrollo antes de fabricarse en serie. En primer lugar, tomemos nota de la cantidad de dispositivos que un modelo tan juvenil y moderno equipa, englobados en el avanzado sistema de información y entretenimiento denominado IntelliLink: se trata de toda una serie de innovadores servicios electrónicos de entretenimiento y navegación, así como opciones de conectividad global y una amplia información del estado de los elementos técnicos del coche.
El conductor es informado del ESP y de la distribución electrónica de frenada, así como del asistente de aparcamiento y del sistema de sonido. Como vemos, los coches están cada vez más «conectados» y son «actualizables» mediante la descarga de actualizaciones del sistema de navegación. Por lo tanto, surge una palabra que puede ocasionar problemas en estos dispositivos: las interferencias.
¿Qué trabajo se ha realizado para que este tipo de inconvenientes no afecten a la electrónica? Presentamos el poco conocido lugar por el que finalmente ha tenido que pasar el Opel Adam Rocks, al igual que anteriormente lo hicieron el resto de modelos. Hablamos del Centro Rüsselsheim de Compatibilidad Electromagnética, conocido por sus siglas ECM. En él, los ingenieros sometieron al modelo a todo tipo de mediciones, pruebas y análisis.
El resultado: cumplir con la normativa ISO 17025. Opel ha verificado que no hay interferencias mutuas entre los diferentes sistemas electrónicos, además de asegurar su aislamiento hermético con respecto al exterior. Algo que se ha conseguido incluso con su singular techo de tela. Hay llamativos componentes colocados en el habitáculo que están diseñados para absorber las ondas emitidas, por lo que estas no circulan de forma azarosa en el interior, estando todo debidamente canalizado. Sólo cuando todos los sistemas del vehículo están totalmente libres de interferencias de fuentes de radiación electromagnéticas externas se da luz verde por parte del Centro EMC.
El Opel Adam Rocks ha superado el reto, siendo una «burbuja» tecnológica de tipo crossover de menos de 4 metros de longitud.

Fuente: Tallerator.es

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