Esta vez lo hacen por el 70 aniversario del legendario Jaguar D-Type, y el resultado es un whisky puro de malta tan exclusivo que cuesta más que muchos compactos de segunda mano: 2.200 libras por botella (unos 2.600 euros al cambio).
Whisky, coches y números redondos
Este lanzamiento no llega solo. Forma parte de una trilogía muy especial: un homenaje embotellado a los tres deportivos clásicos más icónicos de Jaguar. Todo empezó en 2021 con una edición por el 60 cumpleaños del E-Type (el que muchos siguen llamando «el coche más bonito de la historia»), siguió en 2024 con el C-Type, y se cierra ahora con el que fue probablemente el más radical de todos: el D-Type, un coche de carreras con alma aeronáutica.
Solo 270 botellas… y no, no es casualidad
Cada cifra aquí tiene su porqué: 270 botellas por los 70 años del modelo; antes fueron 265 para el E-Type y 220 para el C-Type, en referencia al caballaje del motor XK que lo empujaba. Detrás de esta producción en miniatura hay una mezcla de barricas digna de alquimistas: desde roble europeo curado con jerez Pedro Ximénez (frutas secas, especias) hasta roble americano con oloroso (vainilla, canela) y un toque final de roble reutilizado para el punto justo de madera suave. Todo ello envejecido un mínimo de 35 años. Casi nada.
El resultado, dicen, es una sinfonía de manzana con toffee, canela, jengibre, nuez moscada y un regusto afrutado con textura aceitosa. Vamos, que si no tienes un D-Type en el garaje, al menos puedes beberte su espíritu. Literalmente.
El D-Type: el coche que vino del cielo (casi)
Presentado en 1954, el Jaguar D-Type fue un experimento glorioso: un coche de competición con un chasis monocasco derivado de la aviación, cuando eso era ciencia ficción para la mayoría de marcas. Fue la continuación natural del C-Type, pero con aún más tecnología, más aerodinámica y más mala leche en circuito. ¿Su palmarés? Tres victorias en Le Mans (1955, 1956 y 1957) y un lugar de honor en el Olimpo del automovilismo.
Solo se fabricaron 100 unidades para la calle (bueno, en realidad 75 y luego Jaguar Classic hizo otras 25 para completar la cifra). Hoy en día, cualquier D-Type es una joya cotizadísima y con un aura de leyenda que ni el mejor whisky puede igualar… aunque este se le acerque.
¿Capricho o pieza de coleccionista?
¿Vale la pena pagar 2.200 libras por una botella de whisky con sabor a historia del motor? Para el fan de Jaguar que ya tiene todos los libros, pósters y miniaturas, probablemente sí. Es una obra de arte líquida, con su diseño, su historia y su punto de exclusividad británica de las buenas. Pero para el resto de mortales, probablemente sea mejor seguir soñando… o mejor aún: buscar un buen single malt y volver a ver vídeos del D-Type aullando en Mulsanne.
Síguenos en nuestras redes X, Facebook, TikTok e Instagram, o en nuestro canal de YouTube donde te ofrecemos contenidos exclusivos. Y si te apuntas a nuestra Newsletter recibirás las noticias más destacadas del motor.