Javier Díaz ,Víctor Ordóñez y Álvaro Lobera comparan los…Renault Clio RS, Peugeot 206 RC y Seat Ibiza FR 1.8T

Hace apenas diez años, los 'pequeños' GTI eran modelos de estética agresiva que registraban unas prestaciones muy elevadas gracias a combinar un motor potente con una carrocería de apenas 3,6 metros de largo y sólo 1.000 kg de peso.En esta categoría se encuadraban los Fiat Uno Turbo, Ford Fiesta XR2i y Turbo, Renault 5 GT Turbo y Clio 16V, el Peugeot 205 GTI... Todos ellos no sólo eran coches rapidísimos, sino también alternativas de compra asequibles -su precio final oscilaba entre los 1,5 y dos millones de las antiguas pesetas-.Debido, precisamente, a su bajo coste de adquisición, estos 'deportivos de bolsillo' solían terminar en manos de conductores novatos que no contaban con la experiencia y pericia suficientes para controlar las rapidísimas reacciones de unos modelos que eran exigentes en la conducción... y, por tanto, peligrosos en manos poco diestras.

Qué debes saber de…Víctor Ordóñez
Quién es…Empezó a correr en karts, pero donde más ha destacado ha sido en las World Series y en la Fórmula Toyota 1.300, que conquistó en 1999. Tras un año sabático, en 2005 espera disputar el Campeonato Nacional de F3.

Curiosidades…Entrena a menudo con un kart en el circuito de otro piloto amigo suyo: Ángel Burgueño.
Qué debes saber de…Javier DÍaz
Quién es…Compite en circuitos desde hace más de diez años, primero con monoplazas -como la Fórmula Fiat, de la que fue subcampeón en 1990- y, en los últimos años, en el Nacional de GT, que ganó en 2000 y 2001.

Curiosidades…Hasta hace poco, compartía las carreras con su trabajo… en Lexus y Ferrari.
Qué debes saber de…Álvaro Lobera

Quién es… Empezó en la Copa Hyundai, y en 2002 Ferrari le fichó para correr en el Nacional de GT. En 2003, un accidente le apartó de las carreras. Volvió a competir en 2004… pero en tres pruebas de motocross: ganó la última.

Curiosidades…Le encanta el solomillo al foie y es dueño del restaurante Boggo, uno de los más chick de Madrid -Velázquez, 43-.

Pero los tiempos han cambiado. Antes, por lo que costaba un GTI no podías acceder a un modelo de una categoría muy superior; pero hoy , por ese precio, existen berlinas bien equipadas.
El motivo de este aumento se debe a que a su potente mecánica se une un equipamiento mucho más completo, tanto de elementos de seguridad -ABS, ESP, airbags…- como de confort -climatizador, equipo de audio con CD…-.

Además, aunque continúan siendo modelos con unos chasis especialmente afinados para practicar una conducción deportiva -con frenos de mayor resistencia y eficacia que los de una versión básica menos potente, una suspensión más firme para limitar los balanceos de la carrocería en curva…-, ahora lo que se pretende es conseguir que también sean sencillos de conducir.

Tres de los mejores ejemplos son los modelos que hemos reunido: el Peugeot 206 RC -siglas de Racing Car-, el Renault Clio RS -Renault Sport- y el Seat Ibiza 1.8T FR -Fórmula Racing-, que demostraron de lo que eran capaces en manos de tres jóvenes pero expertos pilotos que compiten en circuito: Javier Díaz, Álvaro Lobera y Víctor Ordóñez.

El escenario de la prueba discurrió entre la Sierra norte de Madrid hasta las provincias de Segovia y Guadalajara.

En cuestión de segundos, ‘nuestros probadores’ comienzan a opinar de la estética de estos tres modelos. Álvaro rompió el hielo comentando que “ninguno de los coches es especialmente llamativo.

Quizá el Ibiza es el que tiene una apariencia más rácing, gracias a unos faros traseros y unos retrovisores específicos para esta versión, como las llantas de 16 pulgadas y cinco brazos, las rejillas delanteras con forma de nido de abeja…”.

Javier destacó la sencillez del Renault: “las bonitas llantas -de 16″, como las del Seat- y la doble salida de escape en posición central -sus dos rivales también tienen una doble salida, pero va ubicada en un lado- son los elementos más característicos de esta versión“.

Víctor, por su parte, hizo hincapié en un detalle que distingue al 206 RC: “es el único que lleva unas llantas de 17″.

Es cierto que quedan muy bien, pero se trata de una medida algo exagerada para este modelo y que obliga a equipar unos neumáticos de perfil más bajo que el de sus rivales -205/40 por 205/45-.

¿Esto en qué se traduce?

Sobre todo en el precio: las ruedas pueden llegar a ser hasta un 30% más caras, además de reducir el nivel de comodidad en marcha y aumentar el riesgo de marcar las llantas contra los bordillos de las aceras.

Al analizar los respectivos interiores, los tres pilotos se sorprenden de lo mismo: los asientos del Peugeot. Para Álvaro “son auténticos bacquets de competición y ofrecen un agarre excelente, siendo al mismo tiempo muy cómodos.

Sin embargo, la postura de conducción no es buena por culpa de que el volante no se regula en profundidad.”.

A esto, Javier replicaba: “es cierto que la postura a los mandos del RC es mejorable… pero en el Clio es mala. La razón es que el volante, que tampoco cuenta con reglaje en profundidad, está demasiado inclinado.

Por suerte, los asientos -sin resultar tan llamativos como los del RC- ofrecen una sujeción muy buena.” Víctor concluyó la discusión asegurando que la mejor postura para conducir la ofrecía el Ibiza: “es el único cuyo volante tiene ajuste en altura y profundidad.

Si a esto le unimos una mejor ubicación de la palanca de cambios, el resultado es que se impone en este apartado. Eso sí, los asientos son los menos llamativos: no están tapizados en Alcántara y cuero como en sus rivales, aunque agarran lo suficiente.

Lo mismo sucede con los pedales: los del Seat no son tan llamativos como los de sus oponentes -están recubiertos de la clásica goma, en vez del aluminio del Clio y 206- ni están tan bien ubicados para practicar una conducción rácing, pero cumplen”.

En cuanto al diseño de los salpicaderos: Álvaro destacaba que “en los tres es bastante sencillo, y no hace falta leerse el manual de instrucciones para aprender dónde está cada mando y para qué sirve.

El 206, a pesar de su ‘edad’, cuenta con el diseño más atractivo, aunque en calidad de acabado queda por detrás de sus rivales, sobre todo porque abusa de los plásticos duros.

Por su parte, el Ibiza es el menos imaginativo, pero es el que está mejor hecho, tanto por materiales como por la precisión con la que encajan todas las piezas; el Clio representa un término medio en ambos aspectos… aunque, como el 206, empieza a acusar el paso del tiempo.”

Javier, por su parte, analizó la instrumentación de cada uno: “la del Ibiza es la más deportiva por diseño… pero no la más legible ni la más completa; en ese apartado gana el Peugeot, que utiliza unas grafías más grandes y añade un termómetro de aceite del motor.

La del Renault es parecida a la de un Clio ‘normal’, aunque se distingue con detalles cromados en los bordes de las esferas de los relojes”.

Los tres incluyen el ordenador de a bordo de serie.

Nuestros protagonistas también establecieron diferencias entre estos tres modelos.

Es cierto que todos cuentan con ABS, climatizador, elevalunas eléctricos, cierre centralizado, dirección asistida…

Sin embargo, el Renault se desmarca claramente, pues se ofrece ‘a tope’; de hecho, equipa hasta faros de xenón de serie -un elemento que en el Seat cuesta 571e… y que el Peugeot no puede llevar-.

A esto, Víctor apostilla: “el xenón marca una gran diferencia, sobre todo cuando circulas deprisa por la noche en carreteras de montaña”. Además, el Clio también aporta sobre sus rivales un cargador de seis CD’s y la pintura metalizada de serie. Álvaro deducía que por los airbags “se nota la edad de cada modelo: todos cuentan con cuatro de serie, pero sólo el Ibiza -que es el más moderno- permite añadir , por 330€, los de cortina”.

Llega el momento de ponerse en marcha. El tramo escogido, de unos 300 kilómetros, discurre primero por autopista y luego por un puerto de montaña, mientras los tres pilotos se alternan los coches.

Una vez que llegamos al destino final, Víctor es el primero que comenta sus conclusiones: “el Ibiza muestra el carácter menos deportivo de los tres, pero también es el más agradable de utilizar a diario.

¿La razón?

El rendimiento de su motor.” Y es que el FR es el único que recurre a un motor 1.8 con turbo, lo que le permite obtener una mejor respuesta a bajas revoluciones que los 2.0 16V atmosféricos con distribución variable que equipan sus dos rivales franceses.

Víctor lo resumía así: “el turbo le otorga al Ibiza unas recuperaciones mucho más contundentes que las de sus rivales a pesar de contar con 30 CV menos de potencia. Esto se debe a que, a cambio, entrega mucha más fuerza -par- desde pocas vueltas.

Un ejemplo práctico: si vas a 3.000 rpm en cuarta velocidad y aceleras a fondo para realizar un adelantamiento, la forma de ganar velocidad es mucho más rápida en el Seat que en el Renault o el Peugeot, que para ofrecer un rendimiento similar te obligan a mantener el régimen del motor entre 5.000 y 7.000 rpm -sobre todo en el Peugeot-.

En resumen, con los tres se puede ir muy rápido… pero en el Ibiza el propulsor siempre va más desahogado”.

Por sonoridad, ninguno es el más indicado para realizar un largo viaje, porque son muy ruidosos. El sonido más deportivo, pero también más molesto, es el que emite el 206, seguido del Clio; el ‘tono’ del Ibiza tampoco me resulta demasiado agradable”.

Javier enjuició el comportamiento de cada uno: “El Peugeot es, sin duda, el que muestra el carácter más deportivo, y eso le hace ser el más divertido de conducir al límite, pero también es el más exigente con la persona que está al volante.

¿Por qué?:

su tren trasero es muy ágil, lo que provoca que, a pesar de llevar ESP de serie -como el Clio; en el Ibiza cuesta 511e- sea fácil que se ‘vaya’ de atrás con facilidad cuando le forzamos en curvas muy cerradas. Pero eso no es todo, pues en zonas rápidas se muestra aún más brusco que sus otros dos contrincantes.

Eso sí, que el 206 sea ‘delicado de pilotar’ no significa que sea el más rápido. Por ejemplo, con el Clio puedes circular a la misma velocidad… pero de forma más relajada, pues sus reacciones son muy nobles y obedece casi con la misma inmediatez a las órdenes que le das desde el volante.

En el Renault cuesta que la parte trasera deslice, y cuando lo hace, es fácil de corregir. Por último, el Ibiza se asemeja al Clio por su nobleza y sencillez de conducción; sin embargo, es menos eficaz, debido a que en curvas lentas tiende a subvirar -deslizar del eje delantero- más que sus rivales, lo que le resta algo de eficacia en carreteras de montaña”.

¿La causa?

Pues se debe tanto a la puesta a punto del chasis -menos elaborada que en sus rivales-, como a la forma de entregar la potencia del motor -el turbo provoca que la respuesta a bajas rpm sea más brusca, algo que le hace ‘perder rueda’ con más facilidad en ese tipo de trazados-.

Eso sí, Javier definió al Seat como “un modelo muy sencillo de llevar deprisa en carreteras rápidas, porque transmite mucha confianza y se muestra muy aplomado”.

Cuando se trata de juzgar la comodidad, estos tres GTI están condicionados por el empleo de una amortiguación firme, por lo que no son muy indicados para quien piense hacer largos viajes con ellos de forma continuada.

A pesar de esto, Javier establecía ciertas diferencias: “el RC va muy duro de suspensión, por lo que cansa mucho… casi tanto como el Ibiza, al que le sucede algo parecido.

El Clio es el más cómodo en este apartado, y el que menos ‘castiga’ a los pasajeros en un trayecto por autopista; eso sí, los clientes más ‘radicales’ pueden adaptarle, por 600€, una suspensión más dura” -que también supone la inclusión de un alerón trasero más grande y un protector para los bajos de la carrocería-.

Álvaro también se fijó en la dirección. “Son muy precisas en los tres ; tan sólo la del Ibiza -que es la única que dispone de un sistema electrohidráulico para proporcionar la asistencia- resulta algo más suave, lo que le resta algún punto frente a sus rivales.

La del 206 es perfecta y es la que transmite con mayor rapidez las órdenes que se dan desde el volante, lo cual repercute en la notable agilidad de este modelo. Por su parte, la del Clio queda en un término medio, por lo que también cumple.

En cuanto a los frenos, la victoria es para el Renault, pues tanto por resistencia como por potencia está por encima de sus rivales.

Tampoco son malos los del Peugeot… aunque hay que hacer una importante puntualización: el 206 incluye un sistema de ayuda a la frenada de emergencia que hace que, en cuanto intentas apurar una frenada, el coche frene más de la cuenta… por lo que no llegas a controlar con precisión dónde se va a detener, pues no frenas tú si no el coche.

En esta versión tan rácing, ese dispositivo debería ser desconectable para poder practicar una conducción al límite, aunque, por supuesto, será muy útil a un conductor normal en una situación de frenada apurada.

El Ibiza quedaría entre sus rivales; por capacidad de deceleración y resistencia a la fatiga, el Seat no plantea mayor problema, pero sí es mejorable el tacto del pedal, que en una primera parte de su recorrido se muestra muy ’sensible’ y hace que frenes más de la cuenta; sin embargo, cuando se trata de apurar la frenada tienes que pisarlo con demasiada fuerza para conseguir la máxima deceleración posible”.

Los tres pilotos continuaron intercambiando impresiones, esta vez sobre las cajas de cambio. Los tres recurren a transmisiones manuales… aunque con sólo cinco velocidades. Víctor opinaba que “cuentan con unos desarrollos muy adecuados, pero una sexta marcha ayudaría a que en autopista el motor fuera más desahogado, lo que permitiría reducir tanto la sonoridad como el consumo.

Sin embargo, en una carretera revirada -que al fin y al cabo es el terreno perfecto para estos vehículos- no se echa en falta”. Javier añadía que “en el caso de los dos modelos franceses es probable que no equipen la mencionada caja de seis velocidades porque el espacio en el vano motor ya va más que ajustado…

En el caso del Ibiza probablemente cabría, y eso, unido a la mejor respuesta de su propulsor a bajas revoluciones, haría de él un modelo mucho más agradable de conducir”.

En cuanto al manejo de los respectivos cambios, Álvaro aseguraba que “en el caso del Peugeot se echa en falta una palanca más precisa y con unos recorridos más cortos, pues la que ‘monta’ es como la de cualquier 206: correcta para una conducción normal pero de tacto demasiado ‘blandengue’ y poco apta para un deportivo“.

En el otro extremo se emplazaría el del Ibiza, pues a los tres pilotos les pareció el más adecuado para un modelo con este carácter: bastante preciso, con un tacto firme y lo suficientemente rápido… aunque sin llegar a ser excelente.

Por último, el del Clio también ofrece un correcto accionamiento, aunque respecto al del Seat, hay que ‘marcar’ más la posición de las distintas velocidades al engranarlas.

Poco a poco nuestros pilotos van cubriendo más kilómetros, y eso nos obliga a buscar… una gasolinera.

Víctor volvía a insistir en el papel que juega en este apartado el turbo que equipa el motor del Seat… y su inferior potencia: “como con el Ibiza no necesitas llevar el propulsor tan revolucionado para ir tan deprisa como en sus rivales, el consumo es inferior”.

Álvaro apostillaba que “el 206 es el que más consume, y eso que su mecánica es similar por potencia y cilindrada a la del Clio; pero en cuanto empiezas a ir deprisa, su gasto se incrementa respecto al Renault… y se dispara comparado con el del Seat“. Javier aportaba datos concretos: “en una conducción normal, pero algo rápida, el Ibiza ronda los diez litros de media cada 100 km, el Clio, los 12, y el 206 ¡¡sube hasta 14 !!

Sólo nos queda hablar del precio. El Seat es, con diferencia, el más asequible -17.670€-, seguido del Clio -19.700€- y el 206 -21.940€-.

Para Víctor “el precio del Ibiza es el más razonable; además es el modelo más polivalente, el que mejor puedes utilizar a diario… y sus prestaciones no son peores que las de sus rivales. El Clio tiene un precio algo elevado, pero no desorbitado… y, a cambio, aporta el equipamiento más completo de los tres .

Por último, el 206 no ofrece más que sus rivales, y la diferencia de precio es muy abultada; además, como sucede en el Clio, es un modelo bastante veterano -ambos datan de 1998; el Seat llegó en 2002-”.

Álvaro y Javier añadían que el Peugeot era muy caro: “por ese dinero te puedes comprar varios compactos de última generación y elevada potencia, como el Opel Astra 2.0T de 170 CV o el Renault Mégane 2.0 T de 165 CV. El precio del Clio o el Ibiza sí está más justificado, pues no encontrarás deportivos con las mismas prestaciones a menos precio”.

Los veredictos

El veredicto de…Álvaro Lobera

Seat Ibiza…Su motor es el más agra- dable de utilizar gracias a su excelente respuesta a bajas revoluciones, y tiene el precio más ajustado.

Peugeot 206…Es bastante más caro que sus rivales, empieza a quedarse desfasado… y su comportamiento puede resultar demasiado exigente. No es el más recomendable para los viajes largos.

Renault Clio… Es muy equilibrado y sencillo de llevar deprisa, pero ello te exige mantener el motor muy revolucionado.

El veredicto de…Javier Díaz

Seat Ibiza… Es el más polivente; precisamente por eso cede un poco de deportividad frente a sus rivales. El motor turbo ofrece un rendimiento muy bueno.

Peugeot 206…Es el más ‘racing’ porque sus reacciones son las más deportivas, pero eso también le hace el más difícil de llevar. Además, es caro.

Renault Clio…Es el que menos me gusta, pues no tiene ni la respuesta ‘fulminante’ del motor del Ibiza en baja ni un comportamiento tan ‘excitante’ como el del 206.

El veredicto de…Víctor Ordóñez

Seat Ibiza…Es mi favorito: vale tanto para usar a diario como para disfrutar en una carretera revirada, no es caro y está bien equipado.

Peugeot 206…Tiene un comportamiento delicado, y en zonas rápidas requiere mucha atención y ciertas dotes de pilotaje. Además, cuesta demasiado.

Renault Clio…Me gusta más que el 206, pero no es tan equilibrado como el Ibiza. Además, por dentro no está tan bien aprovechado como el Seat.

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