De esta manera, Bélgica vuelve a contar con un piloto en la parrilla de la Fórmula 1 por primera vez en 17 años, aunque de buen seguro no deparará tantas alegrías a los aficionados de su país como hiciera Jacky Ickx a finales de los 60 y principios de los 70- sobre todo si tenemos en cuenta que Virgin fue la peor escudería de la temporada pasada. Precisamente ese monoplaza ya es familiar para D’Ambrosio, ya que realizó los entrenamientos libres de los Grandes Premios de Singapur, Japón, Corea y Brasil, así como media jornada de pruebas en el programa de jóvenes pilotos que tuvo lugar en el trazado de Abu Dhabi una vez concluida la temporada.
Hasta llegar a la F1, Jerome ha participado las cuatro últimas temporadas en la GP2, mientras que con anterioridad corrió en la GP2 Asia Series, la International Formula Master, la F3000 y la Formula Renault. Precisamente Renault lo fichó como piloto de pruebas para 2010, pero avanzada la temporada fue contratado por Virgin como tercer piloto. Su debut como segundo piloto de Virgin tendrá lugar en febrero en Valencia junto con su compañero de equipo, Timo Glock.
Aunque el jefe del equipo, John Booth, ha comentado la valía y capacidad del piloto de Etterbeek a la hora de tomar a la decisión, seguro que detrás de la misma hay una cantidad de dinero más que jugosa para el equipo británico, que ha preferido dar la oportunidad a un piloto inexperto en la F1 antes que a un piloto mucho más capacitado para evolucionar el monoplaza.