Con un 0 a 100 km/h de 2,8 segundos y una velocidad máxima de 457 km/h, nadie diría que el Koenigsegg Agera ha quedado desfasado, de hecho, sigue siendo el coche más rápido del planeta, pero el fabricante sueco ha decidido cesar su producción para dejar hueco a su sucesor. Por supuesto, un modelo de tal magnitud no se puede ir de cualquier manera y Koenigsegg ha preparado una despedida por todo lo alto con el lanzamiento de las ediciones limitadas Thor y Väder, los dos últimos miembros de la serie Final Edition.
Ambos harán acto de presencia en el Festival de la Velocidad de Goodwood, que dará comienzo hoy y tendrá lugar hasta el domingo. Allí se podrá ver en acción a los dos modelos, que están basados en el Koenigsegg Agera RS y añaden todo el equipamiento opcional disponible sin coste adicional para los clientes, incluyendo el paquete aerodinámico adicional.
Fibra de carbono y aerodinámica a medida
El Thor toma su nombre del dios del trueno y la fuerza en la mitología nórdica y su principal seña de identidad es el acabado de su carrocería con fibra de carbono de doble tono a la vista. Además, incluye una aleta de tiburón que recuerda a los prototipos que corren en el Mundial de Resistencia (WEC) y, como todos los Agera, cuenta con elementos móviles que ayudan a mejorar la eficiencia de su aerodinámica activa.
Por su parte, el Väder también cuenta con una carrocería de fibra de carbono a la vista, pero está acabada con inserciones de oro blanco y diamante. En este caso, lo más llamativo es el enorme alerón móvil y, de igual manera que el Thor, incorpora aditamentos aerodinámicos a medida en el paragolpes y en la parte trasera, así como unas ligeras llantas de fibra de carbono, la suspensión Triplex desarrollada por Öhlins y los frenos de carbono.
En el plano mecánico, los dos equipan la última actualización del motor V8 biturbo de 5.0 litros que, gracias a sus 1.360 CV y a un par de 1.370 Nm permite alcanzar los 457 km/ a los Agera Thor y Väder, mientras que para completar el 0 a 100/h solo necesitan 2,8 segundos. Con semejantes cifras, el modelo sueco todavía es el coche de producción más rápido del mundo y compite en la exclusiva liga de los coches más rápidos del mundo y solo el Bugatti Chiron es capaz de plantarle cara.