
El extraordinario diseño de Gerald Kiska o la magnífica agilidad de la RC8, le han dado muchos puntos a esta moto desde su reciente nacimiento. Pero también es cierto que su bicilíndrico en V a 75º de 1.148 cc, desarrollado por Louis Genser a partir de la 950 ganadora del París-Dakar 2002 y que más tarde derivó en las Superduke y Supermoto de 999 cc, se ha encontrado siempre en inferioridad de condiciones en cuanto a prestaciones frente a sus directas rivales. Pero con la RC8, Genser y su equipo no hicieron más que lo que les pidieron desde arriba. -Cuando comenzamos el desarrollo de la RC8, la idea era producir una moto perfecta para la calle, no una moto perfecta para
las carreras-, comenta Philipp Habsburg, el responsable de I+D de KTM, de 34 años. -Puede parecer que vamos
contra nuestra filosofía -Ready to Race- (lista para correr), pero para situar a KTM en el segmento de las motos de asfalto, teníamos que demostrar que podíamos hacer una moto deportiva de calle de gran calidad y útil para la vida diaria.
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