Los cambios más evidentes en el exterior se encuentran en el frontal: Los faros delanteros son algo más angulosos, y también han sido rediseñados los antiniebla y el parachoques delantero. Pero lo más llamativo es la colocación del rombo de la marca entre dos barras cromadas. Las llantas de aleación que estarán disponibles también serán nuevos diseños. Renault todavía no ha facilitado imágenes de la trasera.
En su interior tampoco hay grandes cambios, si bien se modifican ligeramente los tapizados. El techo solar será más grande que el del Espace actual, y el equipamiento incluirá cámara de aparcamiento, navegador TomTom, conexión USB, Bluetooth y un reproductor DVD con dos pantallas de siete pulgadas.
Renault también ha despejado la duda de los motores: Se podrá elegir entre dos propulsores, un diesel y un gasolina, si bien el diesel 2.0 dCi dispone de tres potencias entre las que elegir: 130, 150 y 175 CV. Las emisiones de C02 y el consumo son los mismos en los tres casos: 5,7 litros a los 100 km, lo que supone una mejora considerable frente a los 6,5 l/100 km del 2.0 dCi actual. Las emisiones pasan de 170 gramos de CO2 por km recorrido a 150 gramos. Si asociamos el motor al cambio automático, el consumo se eleva a 6,4 litros y las emisiones, a 169 g/km. En cuanto al gasolina, se trata del 2.0 turbo de 170 CV. Consume 8,5 litros a los 100 km y emite 198 gramos de CO2.
Esta mayor eficiencia se ha conseguido gracias a la incorporación de un sistema de recuperación de energía, así como con una nueva bomba de aceite y sistema de refrigeración. Recurriendo a neumáticos de baja resistencia y a carenar los bajos, Renault ha logrado una mejora del 3 % en el c0eficiente aerodinámico del Espace.
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