
Desde la tarde del día 30 de abril hasta el domingo día 4
En cuanto a los sistemas del vehículo afectados por las averías, destaca la batería, en un 51,4% de los casos, seguida por la ruedas en un 14,5%, los sistemas de arranque (motor de arranque, clausor y alternador), que representan un 7,8%.
Otras causas: sensores –0,2%-, escape –0,4%-, frenos –0,4%-, chasis –0,7%-, electricidad –1,6%-, mecánica motor –1,9%-, -otros 1,1%-, aire/combustión –2,8%-, transmisión –2,8%-, encendido –3,4%-, refrigeración –4,8%-, seguridad –5,5%-.
Cómo evitarlo
Gran parte de las averías que se sufren en ruta podrían evitarse con un buen mantenimiento del vehículo. Por ello, antes de emprender un viaje se debe comprobar el buen estado y la correcta presión de los neumáticos, incluida la rueda de recambio.
Las baterías que superan los cuatro años presentan un mayor riesgo de averías y es recomendable su sustitución. Hay que comprobar también los niveles del aceite, del líquido refrigerante y del líquido de frenos y para mayor seguridad es conveniente utilizar los recomendados por el fabricante. Hay que prestar especial atención a cualquier indicación del cuadro de instrumentos. Los cristales, limpiaparabrisas, luces e intermitentes también deben estar limpios y en buen estado para permitirnos ver y ser vistos.
Consejos de viaje
Además, hay que asegurarse de que se dispone de kit de herramientas, de luces de recambio, una linterna y guantes y de los elementos de seguridad necesarios, como el chaleco obligatorio o los triángulos. Al apagar el coche, es necesario revisar que todos los consumidores (luz, radio, etc…) estén apagados.
Un coche en perfecto estado no serviría para evitar accidentes sin una correcta actitud del conductor. Es necesario adaptar el tipo de conducción a las condiciones de la vía y de tráfico y mantener la distancia de seguridad con el resto de vehículos. El objetivo es mantener siempre el control del vehículo y evitar cualquier situación que pueda suponer un peligro.