
El coche en cuestión es el LandWind CV9, un monovolumen compacto con una configuración similar a la de modelos como el Renault Scénic, el Opel Zafira o el Citroën C4 Picasso, con los que intentará competir. Para ello, el modelo chino ha sido retocado para colmar las exigencias del público europeo, aunque aún se encuentra lejos de sus rivales directos: no dispondrá de ESP y su gama mecánica será muy limitada, por poner dos ejemplos.
Equipamiento aceptable
Los interesados podrán optar por dos niveles de acabado: Base y Comfort. De serie, todos traen ABS, dirección asistida, airbags frontales, aire acondicionado, cierre centralizado, elevalunas eléctricos delanteros y paragolpes del mismo color que la carrocería. Si subimos al Comfort, encontramos cierre con mando a distancia, climatizador, sensor de aparcamiento trasero, volante en piel, radio CD como mp3, entrada USB, faros antiniebla y llantas de aleación.
La gama mecánica se limitará a un motor de gasolina de 1.6 litros y 97 CV de potencia, aunque más adelante llegará un 2.0 de 141 CV. Aún no hay noticias sobre los diésel.
Su baza más interesante será el precio, ya que la versión más básica podría situarse por debajo de los 13.000 euros.