Aguirre ha declarado en una entrevista al diario ABC que la Comunidad no puede pagar su mantenimiento, que calcula que cuesta a las arcas autonómicas unos 30 millones de euros al año. Para Aguirre, la solución es implantar peajes «pequeños». «No podemos sostener la sanidad, la educación, los servicios sociales y el transporte con los ingresos que tenemos ahora. Hay que aumentar los ingresos y reducir los gastos y eso no siempre es fácil», alega en la entrevista.
Entre las autovías por las que la Comunidad de Madrid tiene en mente cobrar a los usuarios están la M-501 y la M-45. Uno de los principales inconvenientes a los que el gobierno regional tendría que hacer frente si sigue adelante con esta decisión sería, aparte de la impopularidad de la medida, la mayor congestión a la que se verían sometidas las carreteras convencionales, rutas alternativas a las que recurrirían los conductores que se negaran a pagar.
El aviso de la presidenta regional llega en una semana muy agitada con el asunto de los peajes. El Gobierno central también se está pensando si hacer de pago todas sus autovías, y en Cataluña las protestas de los conductores ya han comenzado.
