Como señalan desde CNAE el Reglamento General de Circulación indica como obligatorio -utilizar el alumbrado cuando existan en condiciones meteorológicas o ambientales que disminuyan sensiblemente la visibilidad, como en caso de niebla, lluvia intensa, nevada, nube de humo o polvo o cualquier otra circunstancia análoga-.
Sin embargo, apunta Báez -la mayoría de los conductores no cumplen la normativa y encienden las luces no para ser vistos sino fundamentalmente para ver. Por eso esta medida ayudará a detectar con claridad a ciclistas y peatones y harán más visibles los vehículos que las llevan. Además, al ser de bajo consumo, se reducirá el nivel de emisión de CO2 en comparación con las luces convencionales-.