
Para alcanzar este objetivo, la DGT firmará un convenio con la Federación Española de Municipios y Provincias, de manera que se incluya una ordenanza común para todos los municipios españoles. De llevarse a cabo, el 80% de las vías urbanas estarán limitadas a 30 km/h. Según datos del Observatorio Nacional de Seguridad Vial, el 80% de los atropellos se realizan en calles con poco tráfico, donde los peatones se confían. Además de esta medida, la DGT quiere implicar a los ayuntamientos en la lucha contra la siniestralidad, obligando a los consistorios a señalizar mejor los pasos de peatones o mejorar la seguridad en los cruces.
Eso sí, si los ayuntamientos quieren recibir ayuda técnica y económica para desarrollar sus nuevos proyectos de movilidad tendrán que comprometerse a enviar a Tráfico los datos de accidentes y pérdida de puntos en sus zonas urbanas.