Este endurecimiento de la normativa eleva la incidencia de la vía penal en los accidentes de tráfico, ya que el homicidio imprudente se resuelve por esta vía y con una condena que oscila entre uno y cuatro años de prisión. En el caso de las lesiones imprudentes, la condena es de tres meses a tres años de prisión, en función de la gravedad de la lesión. Esta norma ha quedado vigente antes del Puente de Santiago y de la operación salida de agosto, y se llevará a cabo por parte de las policías judiciales de la Comunidad Foral de Navarra, los Mossos d’Esquadra, la Ertzaintza, el Fiscal de Sala y la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil.
Pero, ¿qué considera una imprudencia grave la Fiscalía para imputar a un accidente como homicidio imprudente? Vargas ha detallado cuatro supuestos: conducir a más de 150 kilómetros por hora o con una tasa de alcoholemia superior a la permitida, utilizar el móvil mientras se conduce, no guardar la distancia de seguridad o circular sin respetar los tiempos de descanso.
Con estas condenas más severas, la Fiscalía pretende «luchar contra lacras como la velocidad o el alcohol al volante», toda vez que las últimas semanas estamos viviendo un repunte en la siniestralidad en nuestro país. A su vez, Vargas ha anunciado que se va a iniciar un operativo especial de seguimiento de estos dos tipos de delitos imprudentes y de delitos de «singular gravedad» que puedan producirse con motivo de las operaciones salida y regreso de verano, adoptando medidas cautelares cuando sea oportuno. Estas medidas pueden ser la intervención del permiso de conducir y el comiso del vehículo.