Si esta va a ser la tónica de toda la temporada, tal vez Domenicali debería optar por marcharse a montar una pizzería, porque la F1 no es lo suyo. La gente que vino hoy a Montmeló se volvió loca con la salida, pero el ritmo en los tres sectores del Circuit lo dice todo: No hay manera de sacarle un mínimo de rendimiento al 150º Italia. Todos soñábamos cuando Alonso se puso líder, porque pensábamos que al menos Ferrari mostraría el buen ritmo de carrera que le ha salvado de la quema en otros grandes premios. Y ya se sabe: El coche que tenga problemas en Montmeló va a ir muy mal el resto del año. Algunos pilotos han aguantado con tres paradas y sin embargo Alonso tuvo que hacer cuatro. Y es que no entendemos cómo funciona esta esta escudería: El equipo de un fabricante de bebidas le va a tener que enseñar lecciones sobre Fórmula 1 al que lleva presente toda la historia del deporte.
Con este panorama, no es de extrañar que las gradas se han llenado con descuentos, regalos… Había que disimular el fracaso. De todas las personas que hayais visto en las tribunas, calculad que solo unas 50.000-60.000 entradas hayan sido vendidas, mientras que el resto se han regalado para conseguir el lleno. En los buenos años de alonso hemos llegado a ser 140.000 almas en Montmeló, ¡pero qué lejos queda eso! En 2011 incluso se han eliminado varias tribunas, y a pesar de todo en algunas se veían unos huecos enormes.
La solución pasa por hacer una política comercial dedicada a la gente: Por ejemplo, se podría pensar un poco más en los niños, conseguir que se acerquen a conocer este espectáculo. O ¿por qué no hacer una grada barata para gente con problemas economicos? Tenemos que ser razonables y darle a la cabeza, pero los gerentes de la F1 lo único que les preocupa es llenarse sus bolsillos. Tan es así que el Pacto de la Concordia se puede romper en breve por culpa de la intransigencia de Ecclestone. Montezemolo lleva amenazando mucho tiempo con hacer una competición paralela a la que actualmente organiza Formula One Management. Y sin los equipos, Ecclestone no tiene nada, tan solo humo: Los gladiadores del Gran Circo no son propiedad suya, y bien podrían fundar una nueva categoría que se llamase GP1.
Durante la última amenaza de escisión, en 2009, la FOTA estaba más que lista para cumplirla: Ya habían presentado un calendario con los circuitos previstos. Y las retransmisiones son un gran negocio, pero La Sexta pagó tanto que ahora pierde dinero y ha tenido que revender los derechos a televisiones autonómicas, cobrándoles un canon para poder retransmiitr. Esta medida es una ruina: Las autonómicas están pagando tres millones de euros por cada carrera de un campeonato ya disponible en una cadena estatal. Eso es imposible de amortizar. Comparémoslo con Fox Sports, quien retransmite para toda Latinoamérica -excepto Brasil- por 250.000 dólares cada carrera. Todos esos países están viendo vía Fox las carreras de F1 por un canon más barato que lo que pagan las españolas. Y ahora no hay patrocinadores para cubrir el despropósito que pagó La Sexta.
En cuanto a la carrera de hoy, es alucinante que Ferrari haya seguido la misma táctica que les falló en Abu Dhabi: Red Bull mete a Webber como liebre, y Alonso le sigue para copiarlo, en lugar de tirar jugándosela en pista. Soy testigo de que esos neumáticos podrían haber aguantado más: Los he visto con mis propios ojos, y ojalá les hubiera hecho una foto para demostrarlo. ¿Acaso Ferrari no tiene telemetría que se lo indique? Tampoco entiendo que una escudería calque la misma estrategia para sus dos pilotos. Así es imposible conseguir algo.
Un caso aparte es Felipe Massa: ¡No tiene perdón de Dios! No me explico por qué Massa se mantiene en Ferrari, a no ser que el mercado brasileño interese al equipo. Se debería tener a alguien que sume puntos, no que proteste cuando le toca hacer de escudero, como sucedió en Alemania 2010. Como consecuencia, ese año en Brasil toda la afición estuvo en contra de Alonso.
La mayoría de expertos en este deporte ha aplaudido el espectáculo que han traido las normas del 2011, pero todo lo que yo puedo decir es que los espectadores se llevan un enfado increible por no entender absolutamente nada de lo que pasa en pista. Se agradece que los medios lo expliquen: Por qué uno va a tres paradas y otro no, por qué con Ferrari no tenemos nuestras propias estrategias y tenemos que hacer lo mismo que los demás… Se diría que Ferrari solo sabe copiar. Por no saber, no saben ni realizar un pit stop: En un equipo de fútbol, el jugador que se encarga de los penaltis entrena a diario. Las paradas en boxes son el equivalente a un penalti en Fórmula 1. Pues bien, ¿por qué cada parada Ferrari tarda irremediablemente cinco segundos en cambiar neumáticos? Sigue siendo un misterio. Un equipo con semejante presupuesto, y parece que no haya gente en Italia capaz de cambiar ruedas. Así es como está dirigido con Domenicali, quien ya ha demostrado de sobra no ser una persona válida para su puesto. Se necesita a alguien duro, como Jean Todt, alguien a quien lo que no le gustaba, lo reformaba. Pero no es de extrañar lo sucedido: Todt puso a un individuo que demostrara que nadie podría igualarlo como jefe de equipo. Y lo ha conseguido: Ahora todo el mundo sueña con volver a tener un equipo como el que formó Todt.
Está claro: Para que la gente te recuerde, lo mejor es que te suceda un incompetente. Pero tal vez haya luz al final del túnel: Tarde o temprano, habrá limpia en el departamento aerodinámico de Ferrari. Y si no, al tiempo.