La industria europea, descontenta con la UE

El sistema, de implementarse, reduciría fuertemente la competitividad del sector del automóvil europeo y pondría la fabricación de automóviles en la UE en riesgo. La propuesta implicaría unos costes desproporcionados comparados con los beneficios medioambientales y con los costes de reducción de emisiones de CO2 a los que tienen que hacer frente otros sectores. “La […]



El sistema, de implementarse, reduciría fuertemente la competitividad del sector del automóvil europeo y pondría la fabricación de automóviles en la UE en riesgo. La propuesta implicaría unos costes desproporcionados comparados con los beneficios medioambientales y con los costes de reducción de emisiones de CO2 a los que tienen que hacer frente otros sectores.

“La propuesta es muy decepcionante y tanto el contenido como la forma en que fue adoptada son contrarias a los principios de mejor regulación de la Comisión Europea”, dijo Sergio Marchionne, Presidente de ACEA y Fiat. “Todos nuestros esfuerzos están dirigidos a una mayor reducción del carbono de los coches. El próximo marco regulatorio debería apoyarnos de un modo constructivo y sostenible. Instamos a los Gobiernos de la UE y al Parlamento Europeo, quienes tendrán la última palabra, a adoptar este desafío en los próximos meses”.

Objetivos realistas
La Industria Europea del Automóvil insiste en la necesidad de un sistema justo y realista que fije objetivos que se puedan alcanzar en un tiempo apropiado. Las investigaciones en tecnologías ecológicas deberían ser reconocidas y recompensadas. El marco legislativo debe ser flexible para ayudar a los fabricantes a cumplirlo. “No deberíamos ser penalizados por la naturaleza de nuestro proceso de producción, que incluye largos ciclos de desarrollo y producción y variaciones imprevisibles en la demanda”, añadió Marchionne. “Las penalizaciones que se están proponiendo son de un nivel tan alto que no tiene precedentes.

No estamos buscando pagar por no cumplir; invertimos 20 billones de euros al año en I+D y queremos seguir haciéndolo. En todo caso, las penalizaciones deben ser razonables y definidas en proporción con el precio de los derechos de emisión aplicados en muchos otros sectores de forma extensa”.

El sector del automóvil europeo, una de las más innovadoras y valoradas industrias de la UE, está plenamente comprometido con la reducción de emisiones de CO2 provenientes de los coches y apoya el objetivo de la UE de alcanzar un nivel de 120 gramos de CO2 por kilómetro. La mejora de la tecnología del vehículo ha conseguido importantes resultados en la pasada década y seguirá siendo una fuente principal de mayores reducciones de CO2. Sin embargo, el desafío del cambio climático, no lo puede solucionar un único sector, una sola tecnología o una única medida; las soluciones serán múltiples y diferenciadas por región y consumidor. Por lo que el CO2 de los vehículos se refiere, la industria del automóvil aboga por una estrategia integrada, combinando los esfuerzos de todas las partes importantes involucradas: industria, sector del combustible, políticos y conductores.

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