Y eso fue lo que ocurrió en Vigo. Los primeros pilotos salían de la asistencia de Vigo con neumáticos de seco para afrontar los tramos 6, 7 y 8 del rallye. Eran las 16:02 de la tarde cuando Fuster, con el dorsal número 1 en las puertas de su Porsche, se disponía a recorrer los 11,340 km del tramo de Mondariz. Era el sexto tramo del día, y después quedarían cuatro especiales más. Los pilotos ya habían disputado el tramo de Mondariz tres horas antes, y en esa primera pasada Fuster había sido el más rápido: le había recortado ni más ni menos que 7,6 segundos a Pons, que era líder con su Ford Fiesta S2000 aunque tan sólo por 8,2 segundos. El duelo por la victoria estaba servido.
Tormenta inesperada
Pero no hubo lucha, pues el cielo se abrió para descargar una tormenta brutal. Los primeros pilotos iban con neumáticos de seco pero Pons, al menos, tenía tracción total en su Fiesta. Fuster hacía lo que podía para mantener su 911 en la carretera, pues en esas condiciones no era precisamente fácil controlar 480 CV a través de las ruedas traseras. Los pilotos de detrás sí tenían tiempo para enterarse de la que les esperaba en el tramo, de manera que ellos sí pudieron montar neumáticos de seco. Por eso, el mejor tiempo del tramo fue para- un Suzuki Swift de la Copa Suzuki, el de Luis Pérez, un coche de Grupo N con sólo 125 CV y tracción delantera. Pons, con seco, perdía con su Fiesta de tracción total y 270 CV nada menos que 44,8 segundos frente al pequeño Suzuki, que hizo bueno aquello de que -la potencia sin control no sirve de nada-. Sin embargo, la cosa era todavía peor para Fuster, que se dejaba 1:10,2 frente al Swift- y las opciones de victoria frente a Pons.
A partir de ahí, Pons se dedicó a administrar su ventaja para conseguir la victoria y el liderato del certamen, y Fuster, a asegurar el segundo puesto. Por la mañana, el catalán había atacado en los cuatro primeros tramos, los que mejor se adaptaban a su Fiesta. Los de la tarde, quizá, podría ser más favorables al Porsche, pero la tormenta de Mondariz nos impidió saber qué hubiera ocurrido en unos tramos más rápidos y mejor asfaltados y, por tanto, en teoría mejores para el 911…
Cabe destacar también el abandono de Alberto Hevia en el primer tramo. Alberto comenzaba el tramo como uno de los claros favoritos, pero tras recorrer los primeros 300 metros, el cable del acelerador de su Skoda Fabia S2000 se rompía. No había nada que hacer, y el asturiano se veía obligado a abandonar.
La lucha por el podio
Por detrás de Pons y Fuster, la carrera vivió una dura lucha entre tres pilotos gallegos: Sergio Vallejo (Lotus Exige Rallye), Víctor Senra (Peugeot 306 Maxi) o Alberto Meira (Mitsubishi Lancer Evo X). Vallejo comenzaba con fuerza, tanto que, incluso, se ponía segundo por delante de Fuster. Pero el calor de última hora de la mañana no le sentaba bien el Lotus, cuyo motor parecía bajar un poco de rendimiento. Fuster le superaba, y Meira también hacía lo propio con su Lancer Evo, mientras que Víctor Senra poco podía hacer por mantenerse en la lucha después de que el viernes rompiese el motor de su Peugeot 306 Maxi, algo que le obligaba a tomar la salida con un propulsor un poco menos afinado.
Sin embargo, Meira hacía dos trompos en el tramo 5, la primera pasada por Mondariz, y caía a la quinta plaza. El diluvio hizo que la tracción total de su Evo le devolviera el tercer puesto en el tramo 6, la segunda pasada por Mondariz, pero algunos problemas técnicos en el tramo 7, Maceira, hacían que Vallejo le superase al ganarle por 37,6 segundos.
La lucha había terminado- pero el rallye, no: Meira iba a recuperar el tercer puesto justo en el penúltimo tramo, cuando Sergio Vallejo tenía que retirarse por una avería mecánica en su Lotus. Víctor Senra también veía cómo se volvía a romper el motor de su Peugeot en ese mismo tramo. Meira subía al podio pero, en las verificaciones de final de rallye, los comisarios detectaban irregularidades técnicas en el turbo de su Evo y le imponían una sanción de seis minutos, por lo que finalmente descendía a la octava posición de la general. De esa manera, tercero terminaba el asturiano Jonathan Pérez con su Peugeot 207 S2000, precediendo a los Suzuki Swift S1600 de Joan Vinyes, ganador en 2RM, y de Gorka Antxustegui.
Copas de promoción
El rallye Rías Baixas también era puntuable para la Challenge Renault Twingo, donde se ha impuesto con claridad el asturiano Miguel Arias, para la Mitsubishi Evo Cup, donde ha ganado el madrileño Daniel Marbán, y para la Copa Suzuki Swift, donde se imponía Luis Pérez.