Uno a uno, fueron cayendo-
Sólo el compañero de Loeb, Sebastien Ogier, y el Ford Fiesta RS WRC de Jari-Matti Latvala parecían en condiciones de complicarle la vida a Loeb. Sin embargo, Ogier pinchaba en el tramo cinco y perdía cerca de dos minutos. Justo en ese tramo, Latvala se ponía líder- pero el de Ford también pinchaba en el tramo siguiente, dejando a Loeb de nuevo líder con una cómoda ventaja de medio minuto. Ogier volvería a pinchar ya en la segunda etapa, y para rematar la faena, en la última jornada rompía el motor de su DS3 y tenía que abandonar. Por su parte, Latvala hacía dos etapas de asfalto impresionantes, con un ritmo que hasta alababa el propio Loeb. Sin embargo, en la última jornada Jari-Matti aceptaba las órdenes de equipo y dejaba que Hirvonen, su compañero de equipo, le pasase para terminar en segunda plaza y seguir cerca de Loeb en la lucha por el Mundial.
Y es que Hirvonen está defraudando, y mucho. Durante las dos primeras jornadas ni hizo ni un tiempo de mención, y sólo encontró un poco más de ritmo cuando las posiciones del rallye ya estaba definidas. Aguantó la presión de Sordo, pero con 20 CV de ventaja no era tan complicado- La cuestión es que un piloto que lucha por el Mundial, no puede depender de que su compañero de equipo le haya regalado un segundo puesto aquí, un tercero en Francia, una victoria en Australia- Si fuese por merecimiento, desde luego que Hirvonen no debería ser campeón este año.
El que tampoco pudo hacer nada en España fue Petter Solberg, que arrancaba una rueda de su DS3 en el primer tramo contra una alcantarilla, la misma que también golpeaban Ken Block y Ott Tanak. Por cierto, que con su abandono, Tanak dejaba el título de la categoría SWRC casi en manos de Juho Hanninen y su Skoda Fabia S2000. Al final, el finlandés de Skoda no falló- y se llevó el título. Por cierto, en esta categoría, el español Yeray Lemes hizo un rallye muy bueno, terminando en cuarta posición en su primer rallye con el Skoda Fabia S2000 del equipo Volkswagen Motorsport y después de marcar tres mejores tiempos en la categoría.
Sordo hizo un gran rallye, pero-
Tampoco pudo hacer nada Dani Sordo. El cántabro llegaba a España como favorito al podio, pero perdía mucho tiempo con el polvo- y los 20 CV que le faltan a su Mini le hacían perder demasiado tiempo frente a sus rivales. Meeke, el compañero de Sordo, se mantenía a espaldas del español, haciendo un rallye conservador con la única idea de llegar la final. Eso sí, en el último tramo del rallye, que otorga tres puntos para la clasificación del Mundial al piloto que lo gane, Meeke fue el más rápido, aprovechando que el terreno estaba mojado y que los dos Mini salían con dos neumáticos blandos y dos duros, una combinación que fue letal en esa especial. Sordo fue segundo en ese tramo, el mismo en el que Loeb se llevaba un puntito que puede ser vital de cara al campeonato al hacer el mejor tercer tiempo.
El problema de Loeb
¿Qué le preocupa, entonces, a Loeb? Pues sólo una cosa: su motor. Y es que, al parecer, en Citroën están bastante preocupados con la fiabilidad de sus propulsores en los últimos rallyes. Primero fue el propio Loeb el que abandonaba en Francia por una avería, en teoría, en la bomba de aceite. En Cataluña, en la primera etapa veíamos cómo Kimi Raikonen se quedaba fuera de carrera por una avería en el motor. Al parecer, fue una fuga de gasolina- pero un conato de incendio ha desatado algunos rumores sobre la posibilidad de que la avería fuese más grave. Y, para terminar, Ogier rompía el motor en la última etapa del Cataluña- Dos rallyes y tres abandonos por avería en el motor. No es para estar tranquilos- Pese a que Citroën acaba de ganar el Mindial de Constructores.
Lo cierto es que, teniendo en cuenta que los equipos sólo pueden utilizar cinco motores por temporada y piloto, lo normal es que, si fallan, lo hagan ahora. Con todo, habrá que esperar al rallye de Gran Bretaña para ver si la suerte sigue aliada con Loeb como en España- o si los bosques ingleses ven cómo Loeb pierde el título por el mismo motivo y en el mismo sitio donde Carlos Sainz lo perdió en 1998: una rotura de motor. ¿Recuerdas el -¡trata de arrancarlo, por Dios!-?