
En su diseño se observa el conservadurismo característico de Audi, sin apenas cambios respecto al A1 tres puertas que conocemos. Pero inevitablemente las dimensiones varían: Son 3,95 metros de largo que permiten a la marca competir en el segmento B, abandonado tras el escaso éxito del A2. La anchura pasa a ser de 1,75 m, y la altura aumenta seis milímetros, ofreciendo más espacio detrás para cabeza y hombros. La batalla se mantiene en 2,47 metros, por lo que cabe pensar que la mejora en plazas traseras no será como para tirar cohetes.
En cuanto al maletero, sus 270 litros pueden convertirse en 920 l. al abatir los asientos traseros. Además, opcionalmente se pueden montar numerosos cajones y huecos portaobjetos, incluso en el propio espacio de carga, así como una toma de corriente de 12 voltios.
Pero las novedades con el A1 Sportback no se detienen en el espacio o en la carrocería en sí: El motor 1.4 TFSI recibe cambios. Se incorpora la tecnología «cylinder on demand». Como es de esperar que el cliente de este Sportback se decante por él debido a necesidades de carga, la electrónica identifica cuándo no se le está exigiendo y desconecta dos de los cuatro cilindros. De ahí que la cifra oficial de consumo caiga hasta los 4,7 litros/100 km. Junto a él, habrá tres TDI que irán de los 86 a 185 CV, disponibles con cambio manual o con cambio automático S-Tronic de siete marchas.
El A1 Sportback estará en los concesionarios a primeros de 2012, y ya hay precios y versiones: 16.720 – para el 1.2 TFSi Attraction y 18.270 – para el 1.6 TDI 90 CV. Aunque en principio tiene cinco plazas, el cliente podrá escoger un habitáculo de cuatro sin pagar más en ningún caso.
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