El último concept-car de Lamborghini

París se asombra ante el Sesto Elemento

Autofacil
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Con el Sesto Elemento, la marca italiana de superdeportivos muestra el camino que pretende seguir en los próximos años con los coches que cree y ponga a la venta. La fibra de carbono es la protagonista en este concept-car; de hecho, la denominación con la que ha sido bautizado se explica por ser el carbono el sexto elemento de la tabla periódica. El Sesto Elemento no se limita a tener un chasis construido en esta fibra: Muchos plásticos se han reforzado con fibra de carbono, como es el caso de los que encontraremos en la transmisión, las llantas, suspensión, gran parte de la carrocería… Toda una guerra contra el peso con la que se ha conseguido mantener todo el coche en unos escuetos 999 kg.

Estéticamente sigue fielmente las señas de identidad de Lamborghini. Pero, además de los dos tonos para el frontal y la pintura negra -la cual contribuye a resaltar las fibras-, presenta una innovación tecnológica, consistente en la presencia de nanopartículas de cristal capaces de dar distintos tonos rojos en función de la luz que esté incidiendo sobre la superficie. El interior impresiona pero no deja de ser austero, con un botón para arrancar, otro para las luces y un tercero para la marcha atrás.

Para ayudar a la fibra de carbono en la misión de reducir el peso del Sesto Elemento, también se ha usado titanio para todos los tornillos que han hecho falta, y un material cerámico llamado «Pyrosic», que resiste temperaturas de hasta 900ºC. El Pyrosic se puede encontrar en los tubos de escape.

En cuanto al motor, se trata del 5.2 V10 de 570 CV que montó el Gallardo LP 570-4 Supperlegera que se ha tomado como punto de partida para la realización del Sesto Elemento. Gracias a esta mecánica, su aceleración de 0 a 100 km/h es de tan solo 2,5 seg. El Sesto Elemento posee tracción total permanente. No se ha facilitado el dato exacto de velocidad máxima, pero supera de lejos los 300 km/h.

Con este peso y esta potencia, la relación entre ambos resulta ser de 1,75 kg./CV, mejor que la de cualquier Lamborghini que circule ahora mismo por el mundo.

Para la realización de este prototipo, Lamborghini ha contado con la inestimable ayuda del gigante aeronáutico Boeing.

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