Esther Núñez Roma 36 años, Madrid l Administrativo l Aficiones: Pintura, viajar l 18 años de carnet l Primer coche: Renault 5 l Coche actual: Ford Maverick l Coche ideal: Mercedes SLK 320 |
Raquel Núñez Roma 39 años, Madrid l Comercial l Aficiones: Lectura, cine, decoraciónl Siete años de carnet l Primer coche: Opel Kadett l Coche actual: Hyundai Terracan l Coche ideal: BMW Z4 |
| Una característica más une a nuestros dos protagonistas:-el empleo de modernos propulsores turbodiesel que les permite unas prestaciones razonables y, sobre todo, un gasto de combustible mínimo.
Por lo demás, cada uno tiene su propia personalidad;-así, el Mini -fabricado por BMW y que poco tiene que ver con aquel modelo de los años 60- llama la atención por su diseño, una estabilidad digna de elogio y un precio cercano al de un compacto. Por su parte, el Ypsilon -que comparte plataforma con el Fiat Punto- apuesta por la elegancia y la comodidad de marcha. Además, ofrece la posibilidad de combinarse con tres acabados, cualquiera de ellos con más equipamiento y un precio final más ventajoso. |
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 Lancia Ypsilon 1.3 JTD Argento 14.190- (2.361.000 pta) l 70 CV l 165 km/h l 4,6 l/100 km |
Mini One D 16.700- (2.779.000 pta) l 75 CV l 168 km/h l 4,8 l/100 km
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Lancia Ypsilon 1.3 JTD Argento Elegante 1. En el Lancia abundan los cromados, como los de la banda sobre la matrícula y las manetas de las puertas. El Mini puede llevar elementos cromados… por 224e. 2. Las llantas de 15″ de la foto son opcionales -340–; los neumáticos 195/55 que lleva aparejados son exagerados para un coche de 70 CV. 3. La gran parrilla cromada es clave para identificar a los Lancia de última generación. 4. Los paragolpes del-Ypsilon están mejor protegidos que los de su rival; además, el trasero puede incluir sensores de párking por 200- -valen 337e en el Mini-. Con mucha clase…»El interior del Lancia cuenta con un diseño y calidad propios de un coche más grande» destacaron las lectoras. Esther aseguraba que «resulta tan original como el del Mini, pero no es tan sobrio, porque en lugar de tanto plástico emplea tela para recubrir parte del salpicadero«. En cuanto a la instrumentación en posición central, les pareció más fácil de consultar en este modelo que en el Mini, al estar situada más arriba. El diseño del Ypsilon gustó mucho a nuestras lectoras. «Es muy personal y diferente a cualquier otro modelo», declaró Esther. Raquel añadió que «la elevada altura del Lancia -mide 1,53 m de alto por 1,41 m de su rival- favorece mucho el acceso al interior«. Sin embargo, no le convenció nada la visibilidad, condicionada por una luneta trasera de tamaño más reducido que en el Mini, así como por el diseño de los montantes posteriores. 1.- En buena ubicación de los mandos, el Ypsilon gana al Mini .-Un buen ejemplo son los de los elevalunas -en las puertas-, o la palanca del cambio sobreelevada. 2.-En número de huecos también gana el Lancia y,-para contrarrestrar, el Mini ofrece por 78e unas bolsas para los respaldos de los asientos. 3.-La instrumentación incluye, de serie, ordenador de a bordo -140- en el Mini-. 4.-El aire acondicionado es de serie -975e en el Mini-; el climatizador bizona de la foto cuesta 420- -1.280- en el coche alemán… y de una sola zona-. Mejor pensado…«Tanto por mullido de los asientos, como por espacio disponible, las plazas traseras del Lancia son más recomendables que las de su rival para hacer un largo viaje», comentó Raquel. Aunque ambos modelos están homologados de serie sólo para cuatro pasajeros, el italiano ofrece la opción de contar con una quinta plaza, por 120-. Asimismo, Esther destacó dos aspectos que favorecen al Ypsilon: su mayor capacidad de maletero y la disponibilidad de una banqueta posterior deslizante de serie. |
Mini One D Toque retro 1.- La carrocería del Mini está repleta de detalles que recuerdan al modelo ‘original’, entre los que destacan los pilotos traseros. 2.-El Mini es el único que puede incorporar faros de xenón -575e, 192e más si también cuenta con los lavafaros-. Los antiniebla no son de serie: 134e -100 en el Lancia-. 3.- Las puertas no tienen marco, lo que provoca que su sonido al cerrarse no sea tan bueno como en su rival. 4. Con lo vistoso que es el exterior del Mini desmerece que los retrovisores vayan pintados en un negro tan feo. Eso sí, disponen de regulación eléctrica -90- en el Lancia-. Les pareció llamativo que ambos modelos cuenten en opción con un gran techo de cristal; el del Mini cuesta 925e, y el del Lancia 800-. Esther consideró muy interesante las posibilidades de personalización que ofrece el Mini , y que incluye desde unas franjas de color en el capó -90– hasta unos pequeños faros supletorios -173e-,o unas llantas de hasta 17″ -1.850–. Deslucido…A pesar de su ‘atrevimiento’ estético, el salpicadero del Mini convenció menos. Raquel aseguraba que «comparado con su rival, apenas existen huecos para llevar objetos», mientras que Esther criticaba el exceso de plásticos empleados, que se extiende a la zona de las puertas. Quien desee dar otra apariencia al interior dispone en opción de revestimientos en aluminio -por 168e- o madera -281-. 1.- El pomo del cambio del Mini -de seis velocidades- es cromado. 2.-La regulación en altura del asiento del conductor -de serie, al igual que en el Lancia- se realiza a través de este mando, incómodo y bastante frágil; si queremos que el asiento del copiloto también se ajuste en altura hay que pagar 56e. 3.-En ambos modelos el equipo de audio es de serie, aunque el del Ypsilon incluye CD -105e en el Mini. 4.-Lo primero que llama la atención del salpicadero es el enorme velocímetro en posición central, que alberga también los relojes de temperatura del agua y nivel de combustible. Un-Mini… muy ‘Mini‘…El aspecto más criticable del Mini, según nuestras probadoras, son sus plazas traseras. Según Raquel, «el espacio disponible tanto en anchura como en hueco para las piernas es escaso; además, la banqueta posterior es dura y muy corta». Esther añadió que «el acceso a estas plazas es mucho peor que en el Ypsilon, tanto por la menor altura, como por la dificultad para abatir los asientos delanteros». Eso sí, ofrece de serie los dos reposacabezas traseros -90- en el Lancia-. |
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Lancia Ypsilon 1.3 JTD Argento Se pasa de ‘blando’…En carretera, las sensaciones que transmitieron a nuestras lectoras uno y otro modelo fueron bien diferentes. Es cierto que ambas destacaron «el elevado confort de marcha que proporciona la blanda suspensión del Ypsilon», pero Esther también criticó el excesivo balanceo de la carrocería que ello conlleva. En cuanto a los motores, ambos equipan un turbodiesel de pequeña cilindrada, pero con la más moderna tecnología, que queda patente en sus avanzados sistemas de inyección common rail de segunda generación. A Raquel le llamó la atención que los dos modelos se caracterizasen por su suavidad de funcionamiento:-«para ser de gasóleo, no hacen demasiado ruido y apenas vibran». En cuanto a la dirección del Lancia -con asistencia eléctrica como en su oponente- la calificaron de ligera y no tan precisa como la del Mini» apostillaba Esther. ¡Mucho mejor!…No hubo dudas en cuanto al puesto de conducción: a nuestras lectoras les gustó el del Lancia. ¿Las razones?…A Esther, por ejemplo, le pareció buena idea la posición elevada de la palanca de cambios;-aunque esa ubicación dificulta el manejo de los mandos que están situados en la parte baja de la consola central. Raquel, por su parte, destacaba que «gracias a la regulación en altura y profundidad del volante -sólo en altura en el Mini – enseguida te encuentras a gusto». Quien lo desee, puede manejar el equipo de audio desde el propio volante pagando 200- -269 en el Mini -. |
Mini One D ¡Firmes!…El Mini les resultó mucho más deportivo por varios aspectos. Para empezar «la suspensión es más dura que la del Ypsilon» destacó Raquel. Esto le permite ofrecer una excepcional estabilidad, pero como contrapartida «es más incómodo en carreteras con baches», como señaló Raquel. Eso sí, sólo el Mini puede equipar ESP en opción -359e-. Otros tres aspectos que refuerzan el carácter rácing de este modelo son el manejo del cambio de seis velocidades -«más preciso y rápido que el del Ypsilon, que sólo tiene cinco marchas»-, el rendimiento de los frenos -cuenta con discos en las cuatro ruedas, mientras que el Lancia usa tambores en las traseras- y la rápida dirección. Por prestaciones, el alemán es «algo más rápido acelerando y recuperándose»; pero, en consumo, cede ante su rival -4,8 l de media por 4,6- debido a su mayor peso, aunque las cifras de ambos son excelentes. Otro estilo…Sin llegar a ser incómodo, el puesto de conducción del Mini es muy diferente al del modelo italiano. Según Esther, «la posición es mucho más baja, más deportiva, y los asientos son mucho más duros; aunque eso sí, en ninguno de los dos coches sujetan el cuerpo demasiado». Raquel alabó la buena visibilidad -mejor que en el Lancia- que proporcionan tanto la generosa superficie acristalada, como los amplios retrovisores. Además, el Mini ofrece el ordenador de a bordo de serie -en el Ypsilon cuesta 140–, y puede equipar opcionalmente un sistema de navegación por 2.713e. |
Veredictos ¿Coqueto… o más coqueto? Victoria para el Lancia Ypsilon Raquel Núñez Roma «Me quedo sin dudar con el Lancia. Es mucho más cómodo y utilizable en el día a día. Otros dos aspectos destacables son la posibilidad de ganar maletero deslizando la banqueta trasera, y su precio más ajustado». Esther Núñez Roma «Elijo el Lancia, puesto que a pesar de ser un coche ‘de capricho’ resulta mucho más racional que su rival; además, su diseño me resulta más atractivo y el motor tiene un funcionamiento más suave». EL VEREDICTO DE AUTOFÁCIL Tanto el Ypsilon como el Mini han descubierto en sus últimas generaciones las ventajas que proporciona un buen motor de gasóleo. Esto ya es una virtud que comparten ambos y que les permite ser coches que no ‘piden’ mucho a la hora de repostar. Sin embargo, cada uno de ellos muestra un carácter muy distinto: se podría decir que el Lancia es el coche cómodo que resulta ideal para utilizarlo a diario.-El Mini , por su parte, sería un vehículo perfecto para disfrutar de su comportamiento deportivo. Lancia YPSILON 1.3 JTD Su vertiente racional -que se traslada incluso al precio final, más accesible que el del Mini – es su principal arma. Eso no significa que prescinda de una notable exclusividad. Mini ONE D Es un coche para ‘entusiastas’ con nostalgia. Convivir con el Mini es un placer… para quien esté dispuesto a sacrificar comodidad o practicidad. Por lo demás, es todo un capricho. Conclusión Cualquiera de estos dos coches se compra ‘con el corazón’: no hay que olvidar que por bastante menos dinero existe una amplia oferta de urbanos turbodiesel. Puestos a elegir, nos quedamos con el equilibrado Lancia.
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