Land Rover Defender 110 Td5

Consigue el mejor precio Con un poco menos de potencia, encaja a la perfección en el Defender, gracias a una mejora de su fuerza por debajo de las 2.000 vueltas. Se trata de un propulsor fiable que se mantiene en consumos de alrededor de diez litros, interesante si tenemos en cuenta la poco aerodinámica carrocería […]


Con un poco menos de potencia, encaja a la perfección en el Defender, gracias a una mejora de su fuerza por debajo de las 2.000 vueltas. Se trata de un propulsor fiable que se mantiene en consumos de alrededor de diez litros, interesante si tenemos en cuenta la poco aerodinámica carrocería del Defender.

Con más de 100.000 kilómetros encima, sigue lleno de vida y mueve con soltura el vehículo en asfalto y en campo.

El interior de esta versión no pasa el examen del tiempo y sus materiales acusan de forma manifiesta el paso de los años, aunque en su favor es justo reconocer que, dada su utilidad, sus conductores no se andan con miramientos y en la mayoría de las veces el trato que reciben estos vehículos no es el más adecuado.

El chasis que soporta la mecánica y su carrocería es de lo mejor del mercado y en buena medida es el artífice de la longevidad de estos vehículos, junto con su sencillez y facilidad de intervención.

La transmisión es la parte que peor parada sale a la hora de un análisis mecánico. Las holguras de los grupos, transmisiones y tránsfer siguen la tónica de toda la gama Land Rover. Es difícil encontrar un Defender sin problemas de transmisión que supere los kilómetros de este vehículo.

Al volante no se puede decir que uno se encuentre especialmente cómodo. En primer lugar hay que acostumbrarse a la peculiar disposición del volante y los pedales, que no se encuentran alineados con el conductor. Por si fuera poco, la superficie acristalada es significativamente inferior a la de los todoterreno modernos, agobiando el ambiente, que puede llegar a ser sofocante si no dispone de aire acondicionado.

El aislamiento acústico y térmico entre el habitáculo y la mecánica es prácticamente nulo.

El ajuste de las puertas pierde eficacia rápidamente si es que existió algún día, mezclándose los ruidos aerodinámicos con los mecánicos, avisándonos de forma implacable de la velocidad a la que rodamos y que, por cierto, es más que suficiente para incorporarse al tráfico rodado actual.

Los frenos están a la altura de las circunstancias. Firmes cuando circulamos descargados y cumplidores cuando llenamos su amplio espacio de carga. A éste se accede a través de un reducido portón. .

La dirección encaja perfectamente con la filosofía de este vehículo: lenta, bien asistida y con un nivel de holguras suficiente como para entender que este modelo fue concebido a mediados del siglo pasado.

A pesar de todos estos abatares, el Defender se saca de la manga un «as». Su suspensión a base de ejes rígidos con muelles de gran recorrido le proporciona gran confort en campo y una capacidad de tracción envidiable. Esta circunstancia le permite  rodar con mucha carga por caminos de firme roto y complicado.

Sencillo de mantener y fácil de limpiar, este carguero ofrece su máximo rendimiento lejos del asfalto. Dispuesto a rodar sin miramientos por los caminos más duros y exigentes, tan sólo es recomendable para los que pueden anteponer sus virtudes a sus defectos.

El mercado de usados no es muy amplio a la hora de adquirir una unidad y además los Defender existentes suelen estar muy mal tratados y disponen de un amplio historial kilométrico. Para obtener uno hay que armarse de paciencia y pedir consejo a un mecánico familiarizado con este tipo de vehículos.

Por dentro y por fuera

La conducción de este vehículo no resulta agradable por la disposición anacrónica de sus mandos y la escasa superficie acristalada de la carrocería.Los asientos son muy básicos y apenas cuentan con posibilidades de regulación longitudinal y de inclinación del respaldo.

La ergonomía y tacto de los pedales, así como del puesto de conducción en conjunto, dejan mucho que desear, obligando a adoptar una posición singular.La ventana corredera trasera denota el carácter comercial y rústico de este Land Rover.

Los guarnecidos del techo son mínimos y apenas cubren un área imprescindible para no golpearnos la cabeza.

La austeridad se ve recompensada en este vehículo con una capacidad y forma de carga amplia y sin complejos.El carácter rudo de este todoterreno queda de manifiesto en las toscas llantas de chapa.La accesibilidad del filtro de gasóleo es destacable, pero la ubicación no es la mejor.

La suspensión es uno de sus puntos fuertes tanto por recorridos como por fiabilidad.La transmisión es el punto negro del Defender, con palieres y grupos demasiado sensibles.El propulsor de inyección directa responde bien, aunque adolece de falta de par.

Los embellecedores exteriores y paragolpes resultan toscos, pero a cambio ofrecen unos ángulos de ataque y salida difícilmente superables por otros vehículos.

Land Rover Defender 110 Td5

Cómo va

Mejoras TT/Eficaz ya de serie

Pocos vehículos pueden presumir de poder abandonar el concesionario por la puerta de atrás y salir directamente al campo. El Land Rover Defender es uno de ellos. Sus prestaciones, tal cual sale de fábrica, le permiten afrontar las situaciones más complejas sin modificación alguna.

Aunque para aumentar sus capacidades cabría sustituir los neumáticos originales por otros más adaptados a la superficie por donde vayamos a rodar. Preparar al límite este vehículo es fácil, debido al numeroso equipo de accesorios del mercado.

En principio, lo más recomendable es reforzar la barra de la dirección; el resto dependerá de hasta dónde queramos llegar.

Historia

En 1948 comenzó a rodar la primera versión de este vehículo, inspirado en los clásicos Willys americanos. Durante diez años se denominó Serie I, y tras una primera evolución llegó la Serie II, que duró en producción hasta 1971.

La Serie III arrancó con nuevas mejoras que le permitieron llegar hasta 1984. Durante los seis años siguientes, este Land Rover se denominó 90 ó 110, según fueran de batalla corta o larga. Fue entonces cuando se incorporó la suspensión por muelles y la transmisión total permanente.

Con la denominación de Defender, hace 17 años recibió el primer propulsor de inyección directa, el 200 Tdi, con su posterior evolución, el 300 Tdi. En 1998 llegó el propulsor Td5, que duró en producción hasta 2006.

Ficha Técnica

Motor
Tipo Diésel, 5 cil. en línea
Cilindrada 2.495 cm3
Alimentación Inyección directa, turbo e intercooler
Distribución 2 válvulas por cilindro
Potencia máx. 90 kW (122 CV) a 4.200 rpm
Par máximo 300 Nm (30,6 kgm)a 1.950 rpm
Transmisión
Tracción Total permanente
Cambio Manual, cinco velocidades
Suspensión
Del. /Tras. Eje rígido con muelles y amortiguadores
Frenos
Del./Tras. Discos ventilados/Discos
Ayudas ABS y ETC opcionales
Dimensiones y pesos
Largo/ancho/alto 4.600/1790/1.970 mm
Batalla 2.790 mm
Vía del./tras. 1.485/1.485 mm
Peso 1.980 kg
Depósito 75 litros
Ruedas
Llantas 5Jx15″ ó 6J x16″
Neumáticos 195J R15; 205J R16; 215/65-16 ó 235/85-16
Cotas
Ángulo de ataque 50º
Ángulo de salida 53º
Ángulo ventral 141º
Profundidad de vadeo 50 cm
Altura libre 23 cm
Recorrido susp. delant. 58 cm
Recorrido susp. tras. 60 cm

Su precio en el mercado

Defender 110 (1997/106.000 km) 12.900 –
Defender 110 (2000/180.000 km) 13.900-
Defender 110 (1992/266.000 km) 5.000 –


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