La primera jornada de la V Edición del Land Rover Discovery Challenge ha dejado patente que esta es, sin duda, la edición más extrema y exigente de todas las celebradas hasta la fecha. Tras una multitudinaria presentación en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas, los participantes embarcaron en el vuelo de Iberia Air Nostrum con destino Santiago de Compostela, donde aguardaban doce Land Rover Discovery preparados para enfrentarse a los más complicados desafíos. El trayecto hacia la Plaza del Obradoiro, donde los vehículos realizaron una entrada triunfal atrayendo todas las miradas, fue el único momento de descanso de una primera jornada emocionante pero sobre todo exigente. Tras la tradicional foto de familia coprotagonizada en esta ocasión por la impresionante Catedral de Santiago, los participantes se lanzaron por las calles del casco viejo de la capital gallega para una agotadora Gymkhana que dejó anécdotas para todos los gustos.
Bertín Osborne lució sus dotes de cantante interpretando A Rianxeira, y Alex Corretja sufrió para encontrar candidatos a modelo fotográfico en una plaza muy poco concurrida a causa de la lluvia. El casco viejo de la capital gallega se rindió ante el esfuerzo de unos participantes calados por la lluvia que, como nunca, agradecieron poder descansar ante un plato de empanada y exquisito pulpo gallego.
El duro trabajo del mejillonero
Tras la parada para degustar la tradicional comida gallega, los participantes se pusieron de nuevo al volante del Land Rover Discovery camino a Vilaxoán, en Vilagarcía de Arousa, en cuyo puerto se fondeó la primera batea de mejillón en 1945. Celebrities y periodistas experimentaron de primera mano el duro trabajo de los mejilloneros. Con la inestimable ayuda de la Asociación de Mexilloeiros de Vilaxoán, fundada en 1979, los 36 participantes se dividieron por equipos para subirse a los seis barcos pesqueros que les llevarían a una de las bateas para recolectar el preciado marisco a mano.
Ataviados como auténticos marineros, enfundados en sendos impermeables y bajo una lluvia torrencial, Ana Rodríguez y su hijo José Bono Jr. destacaron entre el resto por sus dotes en el arte de faenar. Por fin surgieron los primeros rayos de sol del día y, animados por la llegada del buen tiempo, todos los equipos cumplieron su papel a la perfección, y regresaron con su preciada carga al muelle donde tuvieron que practicar el arte del desdoble y el encordado del mejillón. Una vez terminada la prueba, la asociación de Mexilloeiros de Vilaxoán demostró una vez más la hospitalidad gallega invitando a todos los participantes a una degustación de mejillones, un manjar que supo a gloria tras el esfuerzo realizado en esta extenuante primera jornada. Cansados pero agradecidos por la irrepetible experiencia, la expedición se despidió de los 23 socios de la Asociación de Mexilloeiros de Vilaxoán, que se convirtieron en actores imprescindibles y grandes animadores de una de las pruebas más duras de la historia de la Challenge.
De vuelta a la carretera y ya de regreso al hotel, los participantes pudieron descansar sus extremidades pero no su ingenio, ya que cada equipo debía resolver una serie de enigmas y preguntas que les obligaba a poner a prueba sus conocimientos para sumar los últimos puntos del día. Hoy los participantes madrugarán para volver a ponerse al volante de sus Land Rover Discovery y enfrentarse a una segunda y última jornada que promete exigir todavía más a los participantes de la edición más extrema de la historia de la Challenge.
