No cabe duda de que existe mercado para ello: los Evoque más caros se sitúan en nuestro país en torno a 53.000 euros, mientras que las versiones de acceso a la gama del Range Rover Sport parten de los 65.000. Se abre, por tanto, la posibilidad de crear un nuevo modelo para llenar ese hueco, con precios que oscilen entre los 50.000 y los 65.000 euros, un aire deportivo, buena calidad de acabados y un espacio interior mayor que en el Evoque.
En caso de que este proyecto llegue a buen término se utilizaría una versión alargada de la plataforma LR-MS de Land Rover, basada a su vez en la plataforma EuCD de Ford, utilizada para el Freelander. En total, el estirón llegaría a los 30 cm de longitud, algo que mejoraría la habitabilidad en todas las plazas y en la capacidad de maletero, mientras que la altura también ganaría otros 10 cm adicionales. Mecánicamente estarían disponibles los mismos motores gasolina de 2.0 litros y diésel de 2.2 litros que ya ofrece el Evoque, así como tracción total en opción.