Esto quiere decir que el número de operaciones de vehículos de ocasión en agosto casi triplicó al de nuevos, algo impensable en nuestro país antes de la crisis. En concreto, se vendieron 2,8 coches usados por cada uno nuevo. En el acumulado del año, el mercado de ocasión registra un total de 1.064.000 ventas, un 12,1% más que en los ocho primeros meses de 2010. En este mismo periodo se han vendido 568.354 coches nuevos, aproximadamente la mitad. Esto quiere decir que por cada coche nuevo que se matricula en España se venden dos automóviles de ocasión.
El motivo es claro: lo que la patronal de los concesionarios denomina el ‘factor precio’. No en vano, el 40% de los coches usados vendidos en agosto tenía más de 10 años, con un precio de compra muy bajo. A esto hay que sumar el 31,7% de transacciones relacionadas con seminuevos y KM0, que se han convertido en la mejor alternativa a un coche nuevo -algunos casi no han pisado la calle y ofrecen importantes descuentos-.
Del total de operaciones, el 55% se realizó entre particulares, frente al 42,4% efectuadas con la intervención de profesionales.