Así, el RC F monta un motor V8 de 5.0 litros –los RC 350 y 300h Hybrid tienen un V6 de 3.5 y 2.5 litros, respectivamente- que desarrolla algo más de 450 CV –Lexus no da el dato específico-. Lo que sí está claro es que será el propulsor de serie más potente que haya fabricado la marca nipona hasta la fecha y le servirá para rivalizar con los actuales Audi RS5 -450 CV- y BMW M4 -431 CV-.
Esta versión, además, posee un aspecto distinto al resto de la gama ya que, entre otros, posee unos neumáticos más anchos, sobre llantas de aluminio forjado de 19 pulgadas, un alerón trasero retráctil que se eleva cuando se superan los 80 km/h, componentes en fibra de carbono y un parachoques delantero remodelado con entradas y salidas de aire más grandes.
En un vehículo concebido para desarrollar unas prestaciones tan elevadas, la aerodinámica cobra un protagonismo sustancial y así, el alerón trasero activo se despliega a partir de 80 km / h y se esconde por debajo de 40 km/h para mantener el elegante diseño del coupé.
El interior varía menos y mantiene la estética del actual IS. Aunque eso sí, se le añaden asientos y volante deportivos, pedales en aluminio y nuevos colores.