Hasta hace poco, el grueso de los españoles desconocía las siglas VTC, ya que solo unos pocos trabajadores, como los chóferes privados que hacían servicios para empresas o bodas, necesitaban una autorización VTC para trabajar. Sin embargo, con la liberalización del sector de los coches de alquiler con conductor a través de la Ley Ómnibus de 2009 y, sobre todo, con la aparición de las empresas Uber y Cabify, se expidieron miles de licencias VTC. Esta situación ha provocado la huelga de taxistas que, a finales de julio y principio de agosto, paralizó ciudades como Madrid y Barcelona.
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Pero, ¿qué es una licencia VTC? Lo primero que debes saber es que las siglas VTC significan Vehículo de Transporte con Conductor y dan nombre a la licencia necesaria que, en efecto, permite operar un coche con conductor. Uber y Cabify han puesto miles de estos vehículos en las calles de las ciudades más importantes de España.
Es difícil conseguir nuevas licencias VTC
Las presiones del sector del taxi hicieron que, en 2015, se volviera a limitar el número de licencias VTC a una por cada 30 taxis, por lo que ahora es difícil conseguir nuevas autorizaciones para ejercer el servicio, si bien las 64.961 ya existentes son perfectamente legales. Esta situación está provocando que se dispare su precio al revenderse y, en lugar de los casi 5.000 euros que deberían costar, están alcanzando cifras superiores a los 50.000 euros.
Las licencias que ya han sido expedidas están en manos de trabajadores privados y de empresas; estas últimas compraron la mayoría de las autorizaciones en paquetes y contratan a conductores para ejercer el servicio con sus flotas de coches. Para identificar a estos vehículos, las comunidades autónomas otorgan una pegatina correspondiente a cada licencia que debe ser colocada en la luna posterior. En Madrid, por ejemplo, es la bandera de la comunidad acompañada de las siglas VTC.