Este coupé de cuatro puertas lleva la firma del propio Henrik Fisker, presidente de la compañía, pero también director ejecutivo de diseño. No en vano, Fisker está detrás del diseño de algunos de los deportivos más atractivos de los últimos tiempos, como el Aston Martin V8 Vantage, el Aston Martin DB9 y el BMW Z8. Según la compañía, el Karma ha optado por una línea pura y atemporal, aunque lo realmente importante en este modelo es su sistema de propulsión híbrido enchufable, que consigue unos números sorprendentes en un vehículo de esta categoría.
Sólo 2,4 l/100 km
El Fisker Karma monta un motor de gasolina turboalimentado de 2.0 litros y dos motores eléctricos, que consiguen una potencia total de 403 CV. Con esta configuración mecánica, es capaz de alcanzar una velocidad máxima por encima de los 200 km/h y de acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 5,9 segundos, igual que un Audi A5 3.0 TDI Quattro o un BMW Serie 7 740i. Pero lo sorprendente es que la media de consumo se sitúa en 2,4 litros cada 100 kilómetros con unas emisiones de apenas 83 g/km, menos que un Smart 40 CDI de 55 CV.
En cuanto a autonomía, cabe destacar que puede funcionar durante 80 kilómetros únicamente con los motores eléctricos, es decir, sin consumir gasolina y sin emitir dióxido de carbono. En modo híbrido, sin embargo, el Fisker Karma puede recorrer alrededor de 1.000 kilómetros con un solo depósito, por lo que se puede combinar un uso 100% eléctrico para trayectos cortos con unas mayores prestaciones y autonomía cuando así lo deseemos.
No cabe duda de que estos números atraerán a un buen número de compradores, aunque la previsión de la marca de vender unas 100.000 unidades al año parece un poco exagerada.
