Con la llegada del frío y de los días más cortos del año, la visibilidad cobra mucha importancia en estos meses. Por eso, debemos prestar especial atención a los siguientes aspectos.
En primer lugar, las lunas
Mantenlas limpias. Las salpicaduras de nieve o barro van ensuciándolas poco a poco, de manera que la visibilidad se va reduciendo aunque apenas nos percatemos de ello. Esa limpieza también es muy importante que la traslademos al interior, aunque parezca que las lunas están limpias, pues así reducirás la tendencia al empañamiento.

Por último, revisa el sistema de climatización, clave también para que no se empañen las lunas cuando llueve. De hecho, el sistema de aire acondicionado es especialmente eficaz para evitar o eliminar ese empañamiento, por lo que asegúrate de que funciona correctamente.
Las escobillas, fundamentales
Con la llegada de la lluvia y de las nevadas, es importante que estén en buen estado. Cambiarlas es algo que puedes hacer tú mismo (se explica cómo hacerlo en la propia caja de las escobillas de tu coche) y su precio ronda los 30-40 euros de media.
Además, es especialmente importante que tengas en cuenta que, en caso de helada, es muy fácil dañar los labios de las escobillas con el propio hielo, y eso hará que no vuelvan a barrer bien. Por eso, si vas a dejar tu coche a la intemperie de noche, es recomendable desconectar el sistema automático de conexión del parabrisas para que, al arrancar, no se conecte y no se dañe.

Otra opción es que dejes las escobillas levantadas para evitar que, al dar el contacto, se activen en caso de que esté conectado el sistema de parabrisas automático.
En cualquiera de los dos casos, conecta el modo de desempañado de la calefacción y elimina con una rasqueta todo el hielo de todas las zonas por donde pueda pasar la escobilla.
Ojo con las luces
Revisa el estado de los faros y comprueba que todas las luces funcionan correctamente, en especial las luces de posición, de corto alcance y las antiniebla. En el caso de las luces de posición, y si tu coche lleva lámparas halógenas, debes tener en cuenta que este tipo de lámparas van perdiendo intensidad con el paso del tiempo.
Ten especial cuidado si alguno de los faros está rajado. La parte interna del cristal se encarga de dirigir el haz de luz hacia donde debe. Si algún faro o piloto está rajado o le falta una parte, puede provocar incluso deslumbramientos. Y, por supuesto, si ves que el faro empieza a ponerse opaco por tener ya muchos años, plantéate sustituirlo o pulirlos para mejorar la capacidad de iluminación.

No está de más sustituir las bombillas en cuanto veas que empiecen a perder intensidad y, si vas a circular de forma habitual por zonas sin iluminación, es interesante que optes por lámparas con más capacidad de iluminación, siempre que estén homologadas para tu coche.
Por último, asegúrate de que los faros están limpios. La presencia de barro o sal en el propio faro va reduciendo su capacidad de iluminación. Y, por supuesto, recuerda que en condiciones de baja visibilidad es tan importante ver como ser vistos, por lo que también es importante vigilar la limpieza de los pilotos traseros.
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