El estudio no explica a qué se debe exactamente el fenómeno detectado, pero el principal inconveniente de esta alerta es que, una vez emitida, depende de las reacciones del conductor para ser efectiva. Estos sistemas emiten un sonido cuando detectan que alguna de las ruedas del coche está pisando o superando la línea separadora del carril.
«Puede ser que los pilotos reciban demasiadas alertas, lo que les lleva a desconectar el dispositivo o apagarlo por completo. Ahora bien, eso no explica por qué estos sistemas elevan las indemnizaciones de las aseguradoras, pero necesitamos obtener más datos para ver lo que está pasando realmente, comenta Matt Moore, vicepresidente del HLDI.
En cambio, el informe ha comprobado que los vehículos con alerta de colisión frontal -sobre todo, si está combinada con frenada autónoma en caso de emergencia- y los que montan faros adaptativos presentaron menos partes ante sus aseguradoras. «Según más fabricantes ofrecen estas tecnologías avanzadas en sus coches, los datos facilitados por las aseguradoras arrojan un poco de luz acerca de qué tal rinden estos dispositivos en el mundo real», opina Moore.
